"Deja de hablar, nena. O empezaré a caminar." (Shut up de Black Eyed Peas)
- Todavía no puedo creer que esa boba abandone
las clases de coreano – enojada, comenta Ingrid con sus compañeros de
trabajo, mientras enérgicamente lava los platos.
Compañero:
-calmándola – No te preocupes, Ingrid.
Con la lista de frases y palabras que le diste, ella seguro se arreglara sola.
Ingrid: -
sonriendo suspicaz – Seguro que si –
pensando – Ella volverá a las clases
desesperada ja ja ja.- a su compañero – Por
cierto, ¿crees que ya puedo atender el salón? Mi coreano ha mejorado bastante
– sonriendo.
Compañero: -
entusiasmado por ella – Sí, claro que sí.
Hoy podemos practicar después de tu turno y hablaremos con el jefe.
Ingrid asiente
entusiasta. En cuanto la pelirroja, ella había salido más temprano que su
hermana, como todos los días, solo que en vez de esperarla como era su rutina,
tuvo que retirarse sin más para hacer unas compras y así terminar con los
pantalones que estaban haciendo para su amiga. Repasando la lista que le había
preparado la morocha, Oriana llega a la terraza en la que vivían con su hermana y descubre que la puerta estaba abierta. – Ay,
no puede ser, ¿Cómo nos olvidamos de cerrar?... Debió ser Ingrid – piensa
la latina entrando al lugar se sorprende al encontrarlo ahí. Lo que hizo que
unos escalofríos recorrieran su cuerpo.
Oriana: -
alterada - ¿Qué haces aquí?
Seung Hyun: Annyong. ¿Qué te pasa? ¿Así piensas atender
a las visitas?
Oriana: - dejando su mochila al costado de la
puerta, en el suelo, sin quitarle los ojos de encima al muchacho - ¿Cómo entraste? – le pregunta más
calmada.
Seung Hyun: Encontré la llave y entré. Afuera hace mucho
frio.
Oriana: -
pensando – Que obvias que somos para
dejar la llave debajo de la maseta – a Seung Hyun – y… ¿qué haces aquí?
Seung Hyun: EunPyo me pidió que viniera.
Oriana: Ajam ¿y Eun Pyo? – pregunta rápidamente.
Seung Hyun: working (trabajando).
Oriana: -
desentusiasmada – Ah y… ¿Tú no tienes un
negocio que atender? – despectivamente.
Seung Hyun: Y… ¿Tú no tienes un país en el cual estar? –
con el mismo tono despectivo usado por la pelirroja.
Oriana: Aiiish – incomoda por el silencio que se
generó repentinamente en el ambiente.
Seung Hyun: -
luego de unos segundos, rompe el silencio – ¿Ingrid?
Oriana: Ah… eh está trabajando. Ella sale después
que yo.
Seung Hyun: Y no la esperaste ¿y si le pasa algo?
Oriana: Don’t worry (no te preocupes) – le
responde y para escapar de la situación (o de él), agrega – Además, tengo que irme.
Seung Hyun: -
levantándose – Entonces, te acompaño.
Oriana: Eh? Este… Está bien - tímidamente, luego razona – Estúpida – agarra lápiz y papel y
comienza a escribir una nota para Ingrid.
Se cambia el
abrigo y agarra su infaltable mochila, antes que el joven pueda decirle algo,
la muchacha latina le responde – sí, así
vestida voy – referido a su atuendo.
Ambos llegan a
la parada del transporte público.
Seung Hyun: Mejor tomemos un taxi.
Oriana: - a sí
misma – Nooo, no se lo permitas – a
Seung Hyun – Prefiero el bus gracias.
Seung Hyun: Pero… en taxi es más rápido.
Oriana: - lo
mira a los ojos y muy seriamente – Prefiero
ir en bus.
Para suerte de
la cocinera, el transporte llega en pocos minutos. Los jóvenes suben, durante
el viaje ambos no emitieron palabra alguna. Seung Hyun se arrepentía de haberse
ofrecido en acompañar a la pelirroja, no estaba cómodo con ella, a diferencia de
con Ingrid ¿Por qué cuando Eun Pyo hablaba de esta muchacha, la pintaba como
una persona tierna y simpática, si para él no lo era? O… bueno tal vez un poco
por la noche en que habían salido los cuatro. Pero justo esa noche la había
conocido y su primera impresión fue pésima. Todavía se preguntaba cómo hizo
para simular la cara de espanto que esa situación ameritaba y, esa historia,
esa mentira de que venía corriendo y se cayó solo se la podía creer Eun Pyo por
la estima que le tiene. Lo único tolerable en ella, según él, era cuando
cantaba. No obstante, en lo demás ni hablar y mucho menos en ese momento o ¿acaso
había pasado algo con ésta?
En cuanto a Oriana, mientras estudiaba la lista, tenía sus
propias preocupaciones: ¿Por qué quiere
acompañarme? ¿Tendrá algún plan macabro, entre manos? se atormentaba la
cocinera, recordando una y otra vez la advertencia de aquel taxista. Tengo que
detener esto, se imploraba a sí misma. Mirando una y otra vez la lista, buscando
palabras y/o frases que la ayudasen a pedir ayuda o, mejor aún, decirle al
muchacho que no le agradaba y que la dejara en paz a ella y a su hermana. Sí, eso haré, concluye
satisfactoriamente.
– La siguiente parada es.- avisa Seung
Hyun y se levanta del asiento.
- ¿Qué?- exclama la latina, preguntándose
exactamente si no la quería alejar del lugar al que realmente tenía que ir.
Mira de un costado a otro, hasta que la voz del surcoreano interrumpe sus
pensamientos.
- ¿Bajamos o no? – los demás pasajeros
observaban a la pelirroja notándola extraña, tal vez asustada (y la razón que
tenían). Oriana mira a través de la ventanilla, dándose por enterada que si era
el lugar en que debía bajarse, rápidamente desciende por los escalones del
transporte junto con Seung Hyun.
Seung Hyun: -
extrañado - ¿Estás bien?
Oriana: Si – camina rápidamente adelantándose.
Tanto Oriana
como Seung Hyun entraron al centro comercial para comprar los detalles que
faltaban. La pelirroja siempre se intentaba adelantar del muchacho de lentes
cuadrados, ingresando así a la mercería. Seung Hyun la sigue, pero no se acerca
mucho a ella, intenta distraerse mirando los canutillos, mostacillas, piedras y
demás objetos pequeños y brillantes, hasta que escuchó un “chugul-e” que salía
de la cocinera. ¿Estaba ella amenazando a la que atendía en el lugar? Aunque la
otra joven no se quedaba atrás y comenzó a regañarla. A todo esto, el joven da
media vuelta y se dirige apresuradamente hacia la disputa. Al observar a las
muchachas, nota a Oriana muy tranquila ¿Por qué estaría tan tranquila en una
situación así? ¿Qué pensaba hacer luego? ¿Por qué comenzó ella la discusión? No
tuvo más remedio que interferir.
Seung Hyun: - a
la muchacha, en coreano – Lo siento,
discúlpala. Ella… es extranjera – a Oriana, en inglés - ¿Qué te pasa? Pídele disculpas.
Oriana: Estábamos hablando tranquilamente – como
espantando moscas – No te metas.
SeungHyun: Pídele disculpas – la mira seriamente – ahora.
La muchacha: -
a Seung Hyun – con su disculpa me basta
– le dirige una sonrisa coqueta.
Poco duro el
tiempo que permanecieron en el local. La cocinera pudo conseguir lo que buscaba
hasta con un descuento extra y Seung Hyun, por su lado, un número de celular,
perteneciente a la joven que atendía allí.
Al ver cruzar a
un niño comiendo hoddeok o hotteok (especie de panqueque relleno que se venden
en las calles de Seúl) a nuestra protagonista se le antoja exactamente ese
panqueque que llevaba este y, como era de esperarse, estaría dispuesta a
complacer ese capricho.
Oriana: - a
Seung Hyun - ¿Dónde venden de esos? –
apunta al niño que va con el hotteok.
Seung Hyun: En la plaza de la siguiente cuadra.
Oriana: Entonces, allí voy. No soy de esas que van a
cafeterías - poniendo un dedo debajo de la nariz para respingarla.
Seung Hyun: Entiendo, no tienes clase.
La muchacha de
cabello rojo decide olvidar rápidamente el comentario, cruzan la calle, se
dirigen al puesto en la plaza y muy contenta Oriana se sienta en un banco para
descansar, no olvidemos que el surcoreano la acompañaba, cosa que la molestaba
ciertamente a causa de las palabras de aquel taxista “Ten cuidado con ese muchacho”. ¿Por qué no podía ser más sencillo?
La mejor manera de cortar con esta situación era hablándola pero ¿cómo? La
lista de Ingrid claro, tal vez podría ayudarla a expresarse para acabar con esa
sensación horrible que sentía en su compañía.
Oriana: -
respira hondo y se decide a hablar – I
need say something (necesito decirte algo)
Seung Hyun: -
extrañado – ¿eh? está bien.
Oriana: In Korean (en coreano), seré directa –
hace una pausa, lo mira a los ojos – really…
¡aish! Chauheyo (me gustas).
Seung Hyun: -
se aleja, rojo como un tomate y totalmente confundido - ¿Qué? ¿Qué dices?
Oriana: Es que… chal senguiota (eres guapo).
Seung Hyun: -
se levanta consternado, sin mirar a la muchacha, trata de calmarse – Realmente no me lo esperaba – voltea
hacia esta quien ya no se encuentra allí.
Oriana: - a un
anciano – i-sekia (hijo de p*ta, cabrón).
El surcoreano
escucho esto, estaba pasmado ¿Cómo es que hace un segundo la persona, si se le
puede llamar así, que acababa de confesarle sus sentimientos, ahora, insultaba
a un indefenso anciano? ¿Por qué lo hacía? ¿Había enloquecido? Esta era una
única razón posible que podía encontrar. Mientras esas y más preguntas cruzaban
por su cabeza, el anciano reprendía a la muchacha con un montón de palabras y
repitiendo una y otra vez - sagaji (mal
educada)-
Oriana: - muy
tranquila – hosori hajima (no digas
tonterías)
Anciano: -
intenta golpear a la joven – sagaji! Sagaji!
A pesar que
Seung Hyun solo quería escapar de la situación, una parte de él le exigía que
se quedara a auxiliar a la latina, pero…. ¿para qué ayudarla? ¿Para qué ese
sentimiento hacia él creciera? No, lo mejor era retirarse. Es así que da el
primer paso para escapar y, como algo totalmente inexplicable, extraño, impredecible,
se dirige a la pelirroja; agarra a esta del brazo y la lleva a rastras para
huir de tal situación, corrieron y esquivaron a las personas del lugar,
cruzaron la calle y terminaron en un callejón.
Seung Hyun: -
agarra de los hombros a la pelirroja, enojado - ¿Qué pasa contigo? Sagaji – eleva la voz – sagaji.
Oriana: - queda
callada, tratando de recuperar el aliento, totalmente asustada y con voz
temblorosa por fin habla – dayonaji
(claro que sí).
Seung Hyun se
da cuenta de su acción y suelta a la muchacha, ésta estaba aterrada al estar
con él en ese callejón.
Mientras esto
sucedía, Ingrid, se acercaba a la puerta del departamento, relajada al pensar
que Oriana había vuelto temprano y pensando en acabar el asunto del jean para
su amiga. Sin embardo, el entrar se encuentra con dos cafés humeantes y
espumantes y cupcakes de varios colores que adornaban la mesa al levantar la
vista se tropieza con la sonrisa del simpático amigo de su hermana, Eun Pyo. Sí,
él. ¿Qué hacía allí, con semejante gesto? No, imposible, esto no estaba
pasando. Retrocede un paso y cierra la puerta. Ahora sí, piensa un segundo y
reincide… pero no, el panorama no había cambiado, nada era una imaginación,
extraña por cierto. Él estaba allí, aunque ahora no estaba sonriente, sino más
bien confundido.
Ingrid: -
extrañada - ¿Qué significa esto?
Eun Pyo: -
sonriendo nuevamente – Annyong. Pensé que
llegarían cansadas… ¿y Oriana?
Ingrid: - se
acerca a la mesa, saluda al joven brevemente y lee una nota que le había dejado
Oriana- Que tonta. – hace un bollo
con el papel y lo lanza a un costado. Habla a Eun Pyo – Fue a comprar unas cosas, no tarda ¿esto… - apuntando - … es
para ella?
Eun Pyo: No, es para ustedes, pero como Oriana no está
me beberé su café antes que se enfríe.
Ingrid: Bueno… Gracias – se sienta y bebe un
sorbo – A Oriana no le gusta el café.
Eun Pyo: - con
disimulo – ¡Oh! Cierto. Me había olvidado
de eso – cambiando el tema – ¿Te
enteraste lo del ahjussi del restaurante?
Ingrid: Si, que suerte tienen los que no se bañan
– bebe otro sorbo y agarra un cupcake.
Eun Pyo: Cierra los ojos.
Ingrid: Muo? (¿Qué dices?) – desconfiada.
Eun Pyo: Es una sorpresa.
Ingrid: No me gustan las sorpresas.
Eun Pyo: -
desentusiasmado – Eh… está bien – le
acerca una caja a la joven latina. – Charan.
Lo gane en un concurso de baile.
La muchacha,
sonriente de la alegría, agarra y revisa su contenido. se trataba de un
celular. Observa al muchacho, quien, acostumbrado a las reacciones de la
cocinera, se prepara para recibir un efusivo agradecimiento, pero ella solo le
palmeó el hombro y le agradeció con un sencillo kamsa hamnida (gracias). El
surcoreano, un tanto decepcionado, agrega – Ya
viene con chip y le agendé mi número.
Ingrid: - sin
quitar la vista del celular – Ah sí,
Oriana suele agendarme números de sus amigos. Agendaré el de Seung Hyun.
Eun Pyo: - al
ver a la muchacha entusiasmada con su regalo, sin registrarlo en lo absoluto – Tu café se enfría.
Ingrid: Ah claro – bebe más café, come un pedazo
de cupcake y sigue con el móvil.
EunPyo pensaba
lo diferentes que eran las hermanas Correa a pesar de haber nacido en el mismo
hogar, criadas por la misma familia… Seung Hyun tenía razón. Eran muy
distintas… por cierto ¿quieren saber que ocurría con ellos? Pues lo sabrán en
otro capítulo. No, no es así, no me apuñalen por favor y menos cuando me esté
bañando (delirios de la escritora)
…
La pelirroja
miraba de lado a otro buscando la manera de escapar ¿por qué la había llevado
hasta ese callejón? ¿Qué pensaba hacer con ella?
Seun Hyun: No. You DON’T UNDERSTAND (tu no entiendes)
– tratando e relajarse – Podrías decirme…
¿de dónde sacaste esas palabras?
Oriana: i-sekia (cabron, hijo de…)? – al ver
que se enoja aún mas – Why? Why? (¿por qué?)
– pregunta nerviosa-
Seung Hyun: I- se… Eso es un insulto. ¿Entiendes? UN
INSULTO.
Oriana: No intentes confundirme – sacando la
lista – Esta lista la hizo Ingrid para mí.
Seung Hyun: ¿Eh? A ver, cuando dijiste… -traga
saliva y apenas quiere hablar – Chauheyo
– seriamente - ¿A qué te referías?
Oriana: -
cansada de seguir discutiendo – A… que…
NO… me agradas.
Seung Hyun: - También
cansado – Eso no significa… Aiish estas
equivocada. Eso significa gustar.
Oriana: -
indignada – No puedo creer…
Seung Hyun: Pues cree…
Oriana: -
continua sin escucharlo – Eres de lo peor
¿crees que voy a dudar de mi hermana? ¿Qué voy a confiar en un desconocido como
tú? ¿Ah?
Seung Hyun: Lo que yo estoy diciendo es la verdad. La
simple verd…
La cocinera
aprovecha la distracción del muchacho y lo empuja – Déjame en paz – trata de escapar pero es alcanzada por el joven, quien
apenas abre la boca para emitir una palabra, y ella, sin dudarlo lo golpea en
la cara (con el puño cerrado). Desconcertado por el golpe que acaban de
propinarle, el muchacho se tropieza, quedando en el suelo. Para esto la
pelirroja había escapado a toda la velocidad que su instinto de superviviencia
le podía proporcionar. Desea volver a casa y olvidar todo lo ocurrido, lugar en
el que estaban Ingrid y Eun Pyo, por cierto…
Eun Pyo: -
cansado de la poca atención que recibía de su pseudo anfitriona– ¿Va a tardar mucho Oriana?
Ingrid: - deja
a un lado el celular – Debe estar
metiéndose en problemas – con una sonrisa pícara.
Eun Pyo: ¿A qué te refieres? – pregunta
interesado.
Ingrid: Bueno… yo le hice una lista ¿recuerdas que
la muy descarada dijo que abandonaría las clases de coreano? Bueno, ahora va a
querer volver.
Eun Pyo: No entiendo.
Ingrid: Sucede que esa “lista” es falsa – al ver que el muchacho sigue sin entender –.
Las palabras están mal, no significan lo
que significan en realidad.
Eun Pyo: -
asombrado – Que sutil.
Ingrid: Imagínate a Ori haciendo el ridículo –
ríe sola - ¿No crees que fue una buena
broma?
Eun Pyo: Muy ingenioso. Pero… Ori, ella… ¿No era
mejor hablar con ella tranquilamente?
Ingrid: ¿Con Oriana? Realmente no la conoces. Imagínate
diciendo un montón de palabras que en realidad significan otras. ¿Te imaginas
la reacción de la gente?
Eun Pyo: -
riendo – Realmente puede ser divertido.
Los jóvenes
comienzan a parodiar a la cocinera e imaginar varias situaciones y se ríen de
esto un rato, pero sus rostros se tornan hacia la sorpresa al ver entrar a la
pelirroja al departamento, apresurada, sin aliento y blanca como un papel. Ella
cierra rápidamente la puerta, tratando de recuperar el aliento. Visualiza a su
hermana junto con su amigo, este último preocupado se le acerca. Oriana lo mira
apenada y como pidiéndole disculpas le dice – Golpee a Seung Hyun.
CONTINUARÁ…
Gracias por
acompañarnos hasta este capítulo!!! Ingrid, con sus pequeñas maldades, más los
pensamientos de Ori, han tenido desagradables consecuencias… Cuando se aclaren
las cosas, pedirá una disculpa nuestra querida pelirroja?
Encuentran algo
raro en la actitud de Eun Pyo? Yo si (XD) Puede ponerse más extraño… No se lo
pierdan.
Y ahora… Diviértanse
con la lista!!!! (de las palabras que Ori usó)
chugul-e: Por
favor (¿quieres morir?)
i-sekia: Por
qué? (hijo de p*ta, cabrón)
hosori hajima: Tiene
razón (no digas tonterías)
Kojio: Disculpe
para pedir permiso (lárgate)
Chauheyo: No me
gradas (me gustas).
chal senguiota:
No confío en ti (eres guapo).
"Ingrid: - sonriendo suspicaz – Seguro que si" me enctanto el plan!! yo también lo haría, ingrata Ori!! Aunque SH termino golpeado, pero... pero... por que acompaño a Ori? (conjunto de hechos desafortunados...
ResponderBorrarSi, si, vos la querías mandar al médico, pero bien que haces lo mismo con ellas, no EP? Este muchacho esta mas raro que un vampiro... Pero que bueno que Ingrid ya tiene cel, jejeh
Esa oriana insultando gente por ahí... divina divina...
Cómo se resolverá todo eso??
jajajaj ;) ya tu sabe poh...
BorrarEsta Ingrid es mala eh? xD
ResponderBorrarBueno, de ultima, hay que agradecerle que las cosas se pongan mas interesantes jajaja
Momento en el callejon de Ori y Seung Hyun: I love it! Espero mas momentos de ellos juntos...
Pobrecito Eun Pyo, ahora el paso a ser el ignorado :/ ¿Quien conquistara el corazón de Ingrid? Esta dificil. Aunque bien que el muy desgraciado se rió del plan ! Este chico esta maas raro últimamente...
Buena eleccion del titulo y musicalizacion :) (Cuando los black eyed peas eran un buen grupo y Fergie no usaba tanto autotono).
Buenísimo chicas! Las leo en la próxima ;)
Graciaaaas!! Si Eun Pyo es muy extraño, pero tiene un gran corazón.
BorrarMomento en el callejón: :O epic moment.
Seguí leyendo que se vienen más sorpresas ;)
Ingrid si que se enojo con que la dejaran sola en sus clases, tanto que se mando se convirtio en tremenda troll xD. Y aparece EunPyo todo lindo a regalarle un celular po que sera? mmmm...
ResponderBorrarEn cuanto a Oriana se pego un cagaso con SengHyun a solas, principalmente en el callejon. Al principio al leer pensaba pero que le pasa a Ori y luego todo se volvió muy Lol, tanto que lo volví a leer. Y este Top que se puso todo nervioso.
qué pasará?
Las sigo leyendo.
*Luci*