XIV (parte 1)

XIV: Primera parte

– Pero… estos insoportables vecinos, se ponen a escuchar música en la madrugada como no voy a ponerme así. – enfurecida, la morocha lava los platos.

 Compañero: - apenado – Yo nomas decía.

Ingrid: - más calmada – Oriana dijo que hablaría “amablemente” con ellos.

Compañero: Confía en ella, Ingrid.

Ingrid: ¿Confiar en Oriana y su impulsividad? Pides demasiado.

Compañero: –intenta cambiar de tema para animar a la muchacha – Ah por cierto, mañana puedes atender la cafetería, es para practicar. Así que no esperes recibir mucho dinero.

Ingrid: -  mostrándose alegre – ¿Enserio?

Cuando esta sale de su trabajo, se encuentra esperándola su hermana, para volver juntas a su hogar. En el camino Ingrid le cuenta la buena noticia a la pelirroja, quien no se muestra muy interesada.

Ingrid: Por lo menos fingí felicidad… – por aparte – que egoísta.

Oriana: - como perdida – No es eso, estaba pensando en otra cosa.

Ingrid: - subiendo las escaleras junto con Oriana – Sí claro, pensando en otra cosa.

Las muchachas pasaron el tiempo entre estudiando coreano y viendo el dorama que su amiga ausente les había recomendado. Hasta que la menor de las hermanas se levanta, luego de reiteradas veces revisar su celular.

Ingrid: Tengo que irme – anuncia, mientras busca un abrigo en su bolso.

Oriana: ¿A dónde vas? ¿Puedo ir?

Ingrid: – severa – Salgo. ¿Qué te importa? Y no, no podés.

 Oriana: Pero si me quedo…

Ingrid: Voy a encontrarme con Seung Hyun – se coloca el abrigo.

Oriana: - sin entusiasmo – Ah bueno, no voy nada.

Ingrid: Pero si NADIE te invitó.

Oriana: Aish! Con más razón no voy entonces – deslizando una sonrisa picara – Oh una cita “romántica” con Seung Hyun oppa – ríe – Pues, salúdame al cuñis (cuñado) – le guiña un ojo.

Ingrid: – agarrando el peine y apuntando hacia Oriana, luego se calma. – Ay para que voy a discutir con vos. Mejor me voy, que la miel no se hizo para la boca del asno – sale.

(El nuevo vecino, bajo la imagen del actor Jang Dong Jik)

Así la cocinera quedaba sola, con suerte luego de unas horas encontró en la radio (web) algún partido narrado en español (al parecer de fútbol europeo). Esto, más una cerveza sería una buena compañía para pasar el tiempo. Pero a mitad de tiempo (entretiempo del partido) el motivo por el que se quejaba Ingrid al principio del capítulo, perturbaba ahora a la mayor de las hermanas; quien luego de intentar soportar el ruido ocasionado por sus vecinos, al principio dudaba en ir para pedirles que bajaran el volumen, pero, poco después, se decidió y salió hasta la puerta de su vecino sin darse cuenta que llevaba encima su bebida, tratando de disimular la molestia, la pelirroja toca la puerta y su no tan querido vecino atiende, mientras fumaba un cigarrillo. Ella, tratando de ser amable, le dijo lo siguiente: –Excuse me (disculpe) Yo escucho fútbol. Tu volumen alto, por favor bájelo – se explicaba en coreano junto con ademanes. Mientras, éste la miraba con cara de poker, repentinamente cuando Oriana se preparaba para explicarse de mejor manera el sujeto le expulsa el humo del cigarrillo con suma arrogancia. La cocinera comienza a toser, ¿pero cómo se atrevía a “sobrarla” de tal forma, a humillarla? No, nadie debía hacerlo. Nadie iba a hacerlo… Ella no se dejaría tratar así. Sin dudarlo, y con todo el enojo encima, ella le arroja el contenido de la lata en la cara y con actitud desafiante (que ni ella se esperaba) – What’s wrong ah? (Que pasa eh?) – El hombre como respuesta le propina un manotazo en el rostro que la deja atónita y finalmente cierra la puerta sin decirle ni una sola palabra…

Caminar por las calles de Seúl ofrecía una buena alternativa para practicar lectura, letrero tras letrero en cada esquina, en los carteles de los negocios y edificios también, siempre que no sean en inglés. Verlos le servía para darse cuenta de lo mucho que había avanzado en su lectura. Pero no solo en esto se deleitaban sus ojos, sino que también contemplaban las luces navideñas que decoraban la ciudad, muchas luces de colores, arreglos en los faroles, vidrieras y fachadas. ¿Cómo estarían los preparativos en Argentina? Este año ya no podría recibir los saludos de sus amigos, y varias veces se preguntaba si ellos y sus compañeros de curso la extrañaban, o pensaban en ella de vez en cuando... Recibir notificaciones en facebook o mensajes privados en twitter no eran lo mismo que reunirse a conversar. Y su familia... también pensaba en ellos a menudo. La incertidumbre no tenía final, no terminaba... y con esos pensamientos solo conseguía perturbarse y pronto vería a su amigo Seung Hyun, así que, como siempre, comenzó a pensar en tonterías que despejaran su mente. Ya podía ver al muchacho avanzando en dirección contraria, lo distinguía por sus lentes cuadrados, y por ello acelero el paso hasta reunirse con él.

Ingrid: – acercándose a su amigo – ¡Seung Hyun! Annyong.

Seung Hyun: Annyong. ¿Siempre caminas tan rápido?

Ingrid: Es una forma de hacer ejercicio en invierno. – lo mira con curiosidad – ¿A dónde vamos a ir?

Seung Hyun: – comienza a caminar, indicándole con la mano que lo acompañe – Creo que esta actividad puede interesarte y te será de ayuda con el manejo del idioma. – Se detiene frente a la entrada de un cine, exhibiendo dos tickets que extrae del bolsillo – ¿Quieres ver una película?

Ingrid: – impresionada – Hace mucho que no vengo a un cine. ¿Qué película vamos a ver?

SeungHyun: – con duda – Una... película de acción. No sé si te gustan, pero...

Ingrid: Es mi genero favorito. Gran elección. – lo agarra del brazo, no de forma romántica, sino como si fuera una pinza – Vamos, vamos. ¿Estoy ansiosa?

Juntos ingresaron al local, e Ingrid se desvió antes de llegar a la sala de proyección para ir al bar y comprar pop corn y unas bebidas, gaseosa de naranja para ella y refresco light para SeungHyun. Como quería tener aunque sea una gentileza con su amigo, pago estos complementos, intentando no escatimar, aunque no le resultaban muy costosos.  Luego pasaron a la sala, ubicándose en las butacas que les correspondían. No hubo mucho comercial ni trailer pre proyección, afortunadamente, y ya la película comenzó con todo: persecución y tiroteo. En primeros planos filmaron el bello rostro de la protagonista, por quien Ingrid pregunto discretamente a Seung Hyun. "Es Kim So Yeon" aclaro el muchacho, y nuestra protagonista grabo el nombre en su mente, al igual que el de aquel cantante que tanto le gustaba mirar en aquella cafetería.

Peleas de pandillas, operaciones mafiosas ocultas, explosiones, asecho constante, un final impactante y poco esperado, junto con una impecable de Kim So Yeon coparon las casi dos horas que duró la proyección. Seung Hyun comentaba lo inverosímiles que resultaban algunas escenas, pensando ingenuamente que contaría con el apoyo de la muchacha de flequillo, pero ella, mirándolo con sorpresa, solo atinó a decir "Es un género de acción, ¿qué querías? No importa que pase mientras se tiroteen y haya explosiones y peleas". Su extraño razonamiento resultaba bastante acertado, tuvo que reconocer él que si hablaba con una fan de estas películas.

SeungHyun: – una vez que salieron del cine – ¿Vamos a tomar algo o ya quieres volver a casa?

Ingrid: – adelantándose – Demos un paseo.

 Seung Hyun: Pero... está nevando.

Ingrid: ¿Y qué? – Se aparta de la galería para observar directamente la nieve sin paraguas, solo extendiendo el cuello – ¿Sabes qué? Yo siempre quise conocer la nieve, aunque extrañe el verano en mi país... Es bueno de alguna forma.

Seung Hyun: – abre el paraguas que llevaba y cubre la cabeza de Ingrid – Por fin ves lo bueno de Seúl.

Ingrid: – sonriendo para sí – Es gracias a ti... – el muchacho la observa levemente sonrojado – que me llevaste a la cafetería donde conocí a YongHwa – el luce desilusionado – Y que eres mi amigo, obvio. – ríe – Ikimashoo (vamos en japonés).

Los dos caminan bajo la nieve que cae del cielo, cubiertos con el paraguas. No hablaban mucho, pero no era un silencio incómodo. Como en el puente Bampo, Seung Hyun se impresionaba al ver que algo tan cotidiano en esos días podía maravillar de esa forma a una chica. Ingrid parecía una niña extendiendo las manos para tocar la nieve, aunque estuviese los guantes puestos. No le faltaban ganas de quitárselos, aunque realmente los necesitaba.

Ingrid: – desvía el camino cuando se acercan a... la cafetería de siempre – ¿Qué es ese cartel en frente?

SeungHyun: – corre tras ella – ¿Hasta un día como hoy quieres ver a YongHwa?

Ingrid: – leyendo – "Se solicita mesera con buena presencia y experiencia. Solicitar empleo por la mañana" – ve al muchacho – ¿Yo podría trabajar aquí?

SeungHyun: Eh... Ya trabajas en un restaurante y... Tienes buena presencia, pero...

Ingrid: ¿Pero qué?

SeungHyun: – piensa – No sé si le darían el empleo a una extranjera, a menos de que sea rubia o pelirroja... Natural.

Ingrid: Me presentaré solo para probar... Seguramente pagaran mejor que en el hotel.

SeungHyun: ¿Por qué quieres cambiar de empleo?

Ingrid: Por dinero. Creo que en el hotel, como conocen mi situación, se aprovechan de eso para pagarme poco.

SeungHyun: No creo que alguien sea tan deshonesto como para...

Ingrid: – interrumpe – Además... tu trabajo queda cerca... podría pasar por allí después.

SeungHyun: Si el dinero es el problema... ¿Por qué no buscas un empleo que tenga que ver con lo que estudiaste en tu país...? ¿Estudiaste algo, verdad?

Ingrid: Si, me recibí y estaba haciendo cursos de perfeccionamiento.

SeungHyun: ¿Y qué estudiaste allá? Nunca te lo pregunte.

Ingrid: Diseño de modas con especialización en... – habla lentamente- industria y... packaging, diseño digital y... textil.

SeungHyun: ¿Y alguna vez fuiste a Europa?

Ingrid: No me gusta Europa, prefiero Asia, más que nada Japón. Aquí no hay tanto kitsh. ¿Ves cómo se visten algunos Idols? Pero no hablemos de moda porque voy a deprimirme. Ori al menos puede trabajar en la cocina, pero yo no creo poder hacer algo en mi rama. Hablemos de otra cosa. ¿Cómo va el trabajo?

SeugnHyun rió para si antes de contestar. Le sorprendía que, pese a la carrera y especializaciones, su amiga no sea una chica superficial y aburrida, sino una persona con la cual podía sostener una conversación interesante. Las muchachas a esa edad solo sentían interés por los chicos y la moda, pero ella, quizás por la situación, tenía otras prioridades. ¿Estar en Corea contra su voluntad era la causa de esa distinción? No, las personas no cambian de la noche a la mañana.

Ahora que lo recordaba, ella mencionó la posibilidad de trabajar en la cafetería y estar más cerca suyo... eso... eso... ¿Era una clase de insinuación?

SeungHyun: – detiene su marcha, provocando que ella haga lo mismo – Ingrid... cuando dijiste eso de... que trabajarías más cerca... ¿estabas siendo sincera?

Ingrid: No tengo porque mentirte. ¿Hay algún problema con eso?

SeunHyun: Si... es que tu... es decir yo... ¿soy suficientemente bueno para ti?

Ingrid: -corre hasta SeugnHyun y lo abraza fuertemente, susurrándole al oído la respuesta a esa pregunta que hace varios día rondaba la cabeza del muchacho con lentes. Por un lado, él tenía el presentimiento de que la escucharía, pero por otro lado, creyó que recibiría una contestación diferente. Luego de haberle, la latina se separó un poco del muchacho – Es mejor que ya regrese a casa... ¿me acompañas?

 SeungHyun: – sintiéndose extraño – Si, no hay problema – comienza a caminar a su lado, cubriendo a ambos con el paraguas, y dejando huellas sobre la blanca nieve que poco a poco teñía la ciudad con su color.

Sin muchas prisas, se acercaron a donde vivía la muchacha, comentando lo que sucedió hace un momento con cierta timidez, cuando de pronto, Ingrid, divisa a su hermana llegando a toda prisa.

Ingrid: ¿Oriana de donde venís?

Oriana: – trotando desde su lugar, se inclina para saludar a SeungHyun. Habla a Ingrid – Fui  a comprar esto – levanta una bolsa grande que contenía una caja – Es una estufa, no soporto el frío y además quería salir a entrenar – tira unos puñetazos al aire.

Seung Hyun: ¿Fuiste a comer nieve? – notando el rostro de la pelirroja.

Oriana: - confundida – ¿Ah?

Ingrid: – a Seung Hyung – Oriana fue a gastar nuestro dinero en una estufa.

Seung Hyun: – a Oriana, en inglés – ¿Por qué no llamaste a Eun Pyo? El podría prestarte una estufa.

Oriana: ¿Qué? No soy una EunPyodependiente – a Ingrid – Los dejo solos – le guiña un ojo y hace como que sube por las escaleras, sin importarle que su hermana la seguía con la mirada, descaradamente se “esconde”, o trata de hacerlo, para espiarlos. Ingrid todavía podía verla.

Ingrid: – Al notar que SeungHyun se muestra avergonzado por la actitud de Oriana – No le prestes atención a esa tonta. Solo quiere molestar.

SeungHyun: Dime algo que no sepa. – ambos ríen. – Hablaremos después. Annyong.

Ingrid: – sonriendo – Annyong – cuando ve que él se va, también sube por las escaleras, donde se encuentra con Oriana – ¿Se puede saber desde cuándo sos tan estúpida? – por lo bajo – Ay, que pregunta la mía.

Oriana: - tratando de no reírse - Bueno, es que no tengo tele.

Ingrid: Si, claro. Pero esto no es ninguna novelita, Araso? – Las muchachas entran a su humilde morada – A todo esto ¿Por qué tenés nieve en la cara?

Oriana: – va sacando de la caja el electrodoméstico para instalarlo – Nada, solo quería disfrutar de la nieve ¿No es lindo? Estamos conociendo la nieve en época de navidad, es como en las películas yanquis – suspira con tristeza – Muy distinto a nuestro país, el calor insoportable… Ay, ya no quiero hablar más. Se siente el calorcito ¿cierto?

Ingrid: – ya acomodándose en la cama o colchón – Espero esa cosa no nos mate. Tenía razón SeungHyun, debiste llamar a Eun Pyo.

Oriana: Ya voy a reponer la plata. No te preocupes. ¿Sí?

Ingrid: Eso espero – queda unos segundos en silencio y luego dice, sonriendo levemente – Me paso algo curioso hoy.

Oriana: Cuéntame antes que me duerma.

Y así comenzó a narrar la morocha a su hermana…

Continuará...

2DA PARTE AQUÍ!!!!!