viernes, 28 de junio de 2013

III



“Yo siempre río como esta vez, y… por más que el mundo sea complicado. Nunca mis lágrimas voy a mostrar…” Lucky de Ashily.

¿Ingrid? – Oriana le llama la atención de su hermana y toca su hombro con dedo índice –Despertate, ya es de día.
Mmm, quiero seguir durmiendo… – murmura ella, con voz pastosa, aunque de a poco comienza a abrir los ojos.
La chica pelirroja se levanta y acomoda las cosas, entre las cuales encuentra algo que la deja muy sorprendida, y no duda en hacérselo saber a su hermana:
No te la puedo… – dice mientras se tapa la boca de la impresión, a lo que Ingrid se despierta.
¿Qué pasa ahora? – Inquiere  con voz tenue .En ese instante, la morocha cae en la realidad: no estaban en su país sino en el otro lado del mundo y, para colmo de males,  la estaban pasando muy mal. Sentía que le dolía todo el cuerpo, después de dormir toda la noche acurrucada, y comienza a moverse lentamente.
Ingrid: – ¡Ay! Me duele todo, por un momento desee que todo haya sido una pesadilla… ¿Porqueeee? – De repente observa lo que su hermana le estaba mostrando – ¿Qué?
Oriana: Dinero, amado dinero – colocándolo en sus bolsillos.
Ingrid: – ¿De dónde salió eso? De Dios no fue.
Oriana: – Creo que hay gente que se apiado de nosotras – despeina un poco a su hermana.
Ingrid: – algo molesta- ¿Qué haces? – mientras trata de alejarla de ella.
Oriana: Es para que sigas pidiendo limosna  – se justifica – mientras yo voy a buscar algo para comer, enseguida vuelvo por favor no te muevas de acá y cuida todo ¿sí? – agarra su morral rápidamente.
Ingrid: Sí, sí. Andate, así volvés rápido, que tengo hambre.
Oriana: Ok. No le hagas caso a nadie, a menos que sea un  multimillonario…
Ingrid: – cansada de los “consejos protectores” de Oriana, la interrumpe en voz alta – ¡¡¡Andaaa!!!
Oriana: Bueno, bueno – se va.
Mientras camina, observa todo a su alrededor. Todavía sin creer todo lo que les había pasado, que si esto era una película deseaba que el director dijera “corte”, así se desprendería de su personaje y de la situación “ficticia”. Pero esa palabra tan esperada nunca llegaba, simplemente porque no existía, ni ella era actriz, ni eso era un film. Cada paso que hacía en su andar la entristecía más. Detiene su marcha al encontrarse con una plaza, en la cual visualizó unos puestos de comida y pensó que sería perfecto comprar algo ahí y volver rápidamente. Se acerca a unos de los puestos y el aroma provoca que su apetito despierte
Excuse me, speak English? – le pregunta a un puestero, de quien, como respuesta recibe un montón de palabras atropelladas que no podía entender, ni mucho menos envueltas en ese tono. Es que no comprendía si le estaba retando o si solo le estaba hablando, o qué, así que decide marcharse con un “sorry”.
Sentándose ya alejada de los puestos, vuelve a sentir aquel dolor en el pecho, la garganta cerrada, esa angustia y frustración, sensaciones que ya se habían apoderado de ella el día anterior, solo que esta vez son más intensas. ¿Por qué pasa esto? se pregunta a sí misma ¿Qué será de nosotras? ¿Por qué no pude decirles a todos que los quería? Continúa diciendo para sus adentros, y de a poco unas lágrimas comienzan a deslizarse sobre su rostro. El llanto se tornó inevitable, con tantas preguntas inconclusas en su  cabeza, con tanta mala suerte… Por lo menos Ingrid expresaba su ira haciendo griteríos y berrinches, pero a la mayor de las hermanas le resultaba más difícil, así que ese llanto se convirtió en su desahogo.
De pronto escucha una voz y tímidamente dirige su vista hacia quien le había hablado, porque se había dirigido a ella, vuelve la vista, ocultando su rostro, se seca las lágrimas y nuevamente oye al joven. Esta vez, posa sus ojos sobre él y le dice con una tímida sonrisa – Fine, fine (bien), pero el chico se queda pensando por un leve momento y vuelve a insistir – are you ok? (¿estás bien?).
Oriana: Yes – otra lágrima cae.
Chico: – extrañado – Yes? So, why do you cry? (¿sí?, entonces, ¿por qué lloras?)
Oriana: – secándose esta última lágrima – Because, I’m stupid. Everything is my fault (porque soy una estúpida. Es todo mi culpa) – trata de contenerse mientras habla, por más difícil que le resulte.
Aquel joven realmente se había preocupado por la muchacha, así que continuó su interrogatorio, mostrándose ante todo amable y antento.
Chico: – what’s happened? Where are you from? (¿Que sucedió? ¿De dónde eres?).
Oriana decidió contarle muy resumidamente todo lo sucedido, pues no le gustaba hablar demasiado, nunca acerca de sus problemas, y menos con un desconocido. Le resultaba difícil confiar en alguien, aunque algo dentro de ella le decía que hiciera una excepción con el muchacho que la escuchaba atentamente, tal vez de esa manera podría ayudarla. Cuando finalizó el relato, le enseño el tan indescifrable mapa y el joven se ofreció amablemente a acompañarla para que no se perdiera.
Rumbo al hotel que les había asignado el cónsul para trabajar, la pelirroja estuvo estudiando minuciosamente el mapa y prestándole mucha atención al camino. Es por ello que no cruzó palabra con su guía.
Chico: This is the hotel – exclamó con una sonrisa confiada.
Una vez dentro de la oficina de Recursos Humanos, el amable muchacho presentó a nuestra protagonista y ella le entregó la carta y solicitud que el cónsul les había dado, pues este era un pedido para que les dieran asilo y trabajo a las desafortunadas. El gerente (de recursos humanos) se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta – Voy a llamar al chef- les dijo antes de salir.
Oriana busca una traducción en los ojos del joven, quien se sintió intimidado por el atrevimiento de ésta. Bajó un poco la vista y, tímidamente, cumplió el mudo pero evidente pedido de la muchacha respecto a lo que había dicho aquel hombre. La chica del cabello largo comienza a sentirse ansiosa y el silencio no le ayudaba en nada.
Chico: –percatase de la incomodidad de Oriana, decide romper el hielo – My name is Kwon Eun Pyo (mi nombre es…)
 En ese momento nuestra protagonista se siente avergonzada. “Este pibe me está ayudando y ni siquiera le pregunte su nombre ni le dije el mío” se decía para sus adentros, por lo que decide hacer lo mismo que él de la manera más natural posible.
Oriana: – Oh! I’m sorry. I’m Oriana. Nice to meet you (Oh! Lo siento. Soy Oriana. Mucho gusto) – se acerca al joven y le extiende la mano, este tímidamente acepta aquel saludo, y ella no dudó en agarrarlo con ambas manos – Thank you so so much, You are something like my hero (muchas, muchas gracias, eres algo así como mi héroe) – le dice la sonriente protagonista. Aquellas palabras habían llegado al corazón de Eun Pyo, en el momento que abandonó su trabajo de todos los días sabía que quería vivir algo diferente, pero jamás imaginó que ayudaría a una triste pero tierna y un tanto llamativa muchacha, se sintió orgulloso de sí mismo y su sonrisa delataba tal sentimiento.
De repente, entra el chef, quien al ver a los muchachos un tanto románticos para su gusto, los interrumpe con un – ok, ok – apresurado. Tratando de pronunciar el nombre de la extranjera, corregido por la misma, el chico sonriente, presenta con el Chef a la protagonista. Aquel hombre de apariencia robusta y de buen comer, terminó aceptando a las hermanas, advirtiéndoles que trabajarían jornada completa con un sueldo medio debido a su gratuita estadía. Ya todo estaba dicho, solo faltaba ir por Ingrid, quien ya estaría desesperada ante la demora de la pelirroja, y, por sobre todo, de la ansiada comida.
Oriana: thank’s to all, tomodachi (gracias por todo, tomodachi=amigo en japonés) – sin poder más de la felicidad y del alivio.
Eun Pyo: -extrañado- tomo… dachi? – había entendido aquella palabra en japonés, pero le resultaba extraño oírlo de alguien que recién conocía.
Antes de despedirse, Oriana pide a su nuevo amigo que le recuerde su nombre, ya que no quería olvidarlo, agrega un  visítame cuando quieras, ya sabes adonde vivo – de invitación, y parte hacia el encuentro con su abandonada hermana.
Ingrid: – al ver llegar a su hermana – Aaaah! ¿Por qué tardaste tanto? Ya pensé que me abandonaste, estuve a punto de vender tus cosas, como tu “L” (peluche de Oriana, del personaje de una serie de anime apodado con la letra L)- cambia a un tono dulce, casi como el de una niña – Aaah! Y me dieron más wons.
Oriana: – con una reacción tardía – mi L no, ¿eh? – También cambiando de expresión a una más alegre – Mas wons, ¿en serio? – Mientras comienza a juntar sus cosas – Bueno agarremos todo y vayamos yendo para el hotel, ya me ubiqué y hable con el jefe y todo está ok. Vamos.
Camino al Hotel, Ingrid aturde a la pelirroja con un montón de preguntas, como ¿Qué paso? ¿Por qué no compraste comida? ¿Cómo conseguiste ubicarte?, entre otras más, a lo que la mayor de las hermanas responde con un – después te cuento – que no satisface a la morocha.
Una vez en el nuevo lugar de trabajo, específicamente dentro de la cocina, los aromas de la comida asiática inundaban el espacio y, teniendo en cuenta que era mediodía, los estómagos de las latinas comenzaron a rugir cual leones salvajes. Percatado de esto, un cocinero les comentó, con un inglés tosco – you can eat (pueden comer) – y se marcha para seguir con su trabajo, dejando solas a las protagonistas.
Oriana: Dijo que podíamos comer – aseguro y en un híper breve momento se acerca a unos restos de comida y levanta un pedazo de pollo, que instantáneamente comienza a devorar de una manera realmente primitiva. En cambio, Ingrid no estaba muy convencida hasta el momento en que volvió a escuchar a su hambriento estómago y, sin entusiasmo, agarra un poco de aquellos restos. Cuando había decidido llevarlos a la boca, reaparece aquel compañero con dos platos de sopa de pescado en sus manos – No, that no, this food (no, aquello no, esta comida) – dejando la comida sobre la mesa. Ambas hermanas se observan mutuamente, una más avergonzada que otra. Los cachetes de la pelirroja se pusieron más colorados que su cabello y lo único que deseo fue ser una de “los hombres de negro” y tener aquel dispositivo para borrar su memoria después de tan engorrosa situación. No obstante, lo hecho ya estaba hecho, así que solo debía continuar. Deja suavemente los restos en la bandeja, al igual que Ingrid, y de la misma manera, muy delicadamente, agarra una servilleta, con la cual se limpia la boca y, haciendo un gesto cortés, le dice al joven –Thank you, nice gentleman
CONTINUARÁ…

Oooh! Pero que amable resultó ser Eun Pyo Oppa! ¿Qué pasará a partir de ahora que las muchachas, mejor dicho Oriana, tiene nuevo amigo? ¿Serán solo amigos? No se pierdan nuestro próximo capítulo, aparece otro chico, bastante distinto al sonriente y confiado Eun Pyo. No se lo pierdaaaan. Gracias por leernos y esperamos sus comentarios, no sean tímidas. :3

7 comentarios:

  1. Ohhh q linda primera escena entre Oriana y Eun Pyo! (ya me gustaria saber que actor lo interpreta) y me pregunto si el otro chico sera alguien que ya aparecio en estos capitulos. Bueno, en todo caso las sigo leyendo! ^^

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    1. Preparate para las sorpresas!!!
      Saludos!! (y gracias por el comentario)

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  2. Amo esa canción. Tambien les gusta BBF??
    Les dieron moneditas a la chicas, eso fue muy lindo y Eun Pyo quien es? Creo que me perdi
    *Luci*

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  3. Me gusto muchisimo este capítulo, primero porque aunque parecía que no tenía una solución ¡pudieron salir adelante! y no solo eso el sol salío un poco para ellas con la ayuda de Eun Pyo que con buen corazón las ayudo a tener donde quedarse y conseguir un empleo, y mejor ¡tener una rica comída! Ah, ahora mismo leo el siguiente capí y mis sinceras felicitaciones! gambatte!!

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    1. Mil Gracias, voy a llorar de la felicidad!!! :') sigue leyendonos. Besos!!!

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  4. Me encantan porque las tipas se re rebuscan ! unas Genias! jajajajajaj

    Muy bueno ~ La ultima parte de la comida me mató jajajjjaja xD

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    1. jajajjaj siii esa parte es muy graciosa. De nuevo gracias por tu comentario nos haces muy felices.

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