viernes, 23 de agosto de 2013

VIII



Anteriormente: Cada una por su lado, nuestras hermanitas salen con los muchachos que han conocido desde que llegaron a Seúl. Mientras Oriana y Eun Pyo van de picnic, participan en un concurso de Kpop Dance y ganar un celular, Ingrid recorre junto a Seung Hyun una parte de la ciudad, conoce a un joven que le llama poderosamente la atención y... gasta una buena broma. ¿Qué me dicen? ¿Están listas/os para más?

VIII

¿Dónde estás, Hyung (hermano mayor)? - Murmuraba Eun Pyo mientras sus dedos golpeaban repetidas veces la dura madera de la mesa. Llevaba ya varios minutos esperando, pero la persona con la que debía reunirse, hasta ese momento, brillaba por su ausencia. No lo habría citado lejos de su lugar de trabajo, así que… ¿Dónde se habría metido?
– ¿Dongsaeng? – murmuraba también una voz tras él, y un muchacho se ubicaba en frente.
– ¡Hyung! – se alegra al ver que la persona a la que esperaba por fin llegó.
Lamento la tardanza… pero… – le dirige una mirada cómplice antes de colocarse los lentes – Ya sabes – toma asiento frente Eun Pyo y este llama al mesero con un gesto de la mano.
Hyung… – comienza a decir Eun Pyo, sin poder ocultar la sonrisa que lo acompañaba desde hace dos días. – ¿Quieres algo de tomar? ¿Un café?
¿A qué se debe esa sonrisa? – pregunto, mientras le dirigía una mirada de sospecha…
Yo no estoy sonriendo – responde el muchacho, e intenta cubrir la señal de su buen humor, pero esta siempre escapa de su control pues apenas abre la boca para hablar, las comisuras escalan rápidamente en su rostro, dibujando una sonrisa. – ¿Vas a beber algo conmigo, hyung?
No… me puedo demorar. Solo un café chico.
Ni bien llega el mesero, y toma la orden del acompañante de Eun Pyo, se retira para dejarlos solos nuevamente.
Ahora ¿lo vas a decir? – inquiere el recién llegado, mientras juguetea con una servilleta.
¿Decir qué?-
¿Cómo te fue ese día?- hasta ahora no pudimos hablar de eso.
Ese día…– no pudo evitar la sonrisa al recordar su “cita” con Oriana – fue muy interesante… Ella cocina muy bien. Me divertí mucho.
Eun Pyo decide hacer silencio, pues ya había llegado el café que pidió su amigo.
¿Estás tan contento solo por eso? – pregunta el otro muchacho cuando el mesero se retira.
Hace bastante que no me divierto tan relajadamente – sin sentir la mirada de su amigo, bastante incrédula, que queda un momento en silencio, pero decide retomar la charla con toda sinceridad. – La verdad… es que creo que le gusto. – Se palpa el lado derecho del rostro – Me besó en la mejilla.
¿Qué? – inquiere, impresionado, en medio de un aspaviento – Que atrevida.
No la juzgues, hyung. Quiero saber tu opinión.
Ella… seguramente le gustas.– con una mirada intensa – ¿A vos te gusta esa chica?
Yo…– se muestra duditativo – Tal  vez. No sé bien. Me agrada.
Entonces te gusta o es algo parecido a la amistad.
Eun Pyo medita un momento sobre lo que dijo su amigo, pero no podía demorar demasiado si esperaba recibir algún consejo.
Él… ¿Se siente atraído por Oriana? No podía negar que le llamaba la atención ese cabello largo y rojo, su voz cálida, esa sonrisa simpática, sus comentarios graciosos y un tanto inocentes, y el hecho de que se atreva a hacer cosas que otras chicas no podrían por vergüenza o cierto decoro… como cuando bailó para ganar el celular… fue tan divertido verla, y aunque en el rostro de ella vio algo de timidez, no se detuvo ante eso y decidió probar suerte de todos modos.
No estoy seguro… Pero sé como averiguarlo.– lo mira con decisión antes de revelar su As bajo la manga.– Voy a besarla.
¿Qué? – exclama casi en voz alta, si no fuese porque, como estaba bebiendo su café mientras escuchaba a su amigo, trago muy rápido y se quemó…
Hyung, ¿estás bien? No veo algo malo en besar a Oriana. Por el contrario, con eso podré saber si siento algo por ella.
Óyeme bien – comienza a decir su amigo  en tono de amenaza – Dejo de ser tu hyung si te burlas de esa chica.
Esa no es mi intención – advierte Eun Pyo, intimidado, haciendo un gesto con las manos como si le pidiera que se detenga. Luego intenta parecer animado.– Pero hablemos ahora de ti. Sé que tuviste una cita con la chica del restaurante.
– Ingrid…– murmuró Seung Hyun, recordando también el momento en el que se encontró con la extrajera  y las casi tres horas que pasó con ella, recorrieron su mente de manera muy rápida. Pero, a diferencia de su amigo, ninguna sonrisita decoró su rostro– No fue cita… fue… reunión de amigos.
Eun Pyo: ¿Cómo que reunión de amigos? – inquirió, sorprendido a más no poder, pues nunca escuchó algo semejante.
Seung Hyun: Una reunión de amigos. Solo tomamos café y charlamos, fuimos hasta el puente Bampo y luego la acompañe hasta cerca de su casa… vive en una terraza…– encogiéndose de hombros – Creo que yo no le gusto. Solo es una chica simpática.
Eun Pyo: ¡Fighting hyung! – Responde a su amigo enérgicamente, agitando un puño.– No creo lo mismo. Tal vez tu atractivo la intimida.
Sueng Hyun: Ah –murmura, avergonzado- No digas esas cosas. Esa chica no es nada tímida. Me hizo pagar su café descaradamente, no tuvo reparos en fijarse en Jung Yong Hwa frente a mí y me jugó una broma antes de irse.
Eun Pyo: ¿Una broma?
Seung Hyun: Si. – Toca su nuca – metió un envoltorio de golosina allí, y fue muy molesto.
Eun Pyo: ¿En verdad hizo eso? – Pregunto intentando no reírse, aunque la anécdota le pareció muy graciosa – Esa Ingurido parece ser una persona interesante.– casi no puede contener la risa.
Seung Hyun: Deja de reírte – exige con suma severidad, y algo de timidez.
Eun Pyo: Lo siento, hyung. Es que… – vuelve a reírse.– Perdón intentare ya no hacerlo.
Seung Hyun: Me sentiré realmente deprimido ahora que te reíste de mí…
Eun Pyo: Hyung… – lo mira con una mezcla de cariño y cierta compasión…– Esa chica debe ser realmente muy linda si logro dejarte así.
Seung Hyun: Me deprime que mi Dongsaeng se ría de mí – corrige él. Luego recibe un mensaje en su móvil – Tengo que irme – anuncia luego de leer el mensaje y se pone de pie. Cuando lleva una mano hasta el bolsillo de su pantalón para extraer la billetera Eun Pyo lo detiene.
Eun Pyo: No te preocupes, hyung. No soy como… algún amigo tuyo.
Seung Hyun: Es la costumbre – guarda la billetera y decide hacer un último comentario – Ese ni pagaría el velorio de su madre.
Eun Pyo corresponde al saludo de su amigo y permanece un momento más en la cafetería, pensando en lo que había conversado con Seung Hyun, sobre todo en la primera parte de la charla y sobre la resolución que tomó respecto a todo eso.
Mientras tanto, Seung Hyun se alejaba del lugar, avanzando por las veredas repletas de gente a esa hora del día. Intentaba conseguir un taxi sin demasiados ánimos. Para pensar era mejor desplazarse por sus propios medios, pero tenía que ir un poco lejos. Por un lado… no quería hacerlo. Las palabras de Eun Pyo se le venían a la cabeza, besar de buenas a primeras a la tal Oriana. Si bien ella es extranjera y tal vez no entienda las costumbres coreanas, hacer algo así… ¡Un momento! la tal Oriana era extranjera, Ingrid también… ¿Casualidad? Eun Pyo acompañó a aquella chica hasta un hotel… y cuando él conoció a Ingrid ¿Dónde estaba? En un hotel… además, su nueva amiga le comunicó que no pisó suelo asiático sola… ¿Era la tal Oriana su compañera de viaje, su amiga o… su hermana? Debería preguntarle para sacarse esa duda, pero no sabía cómo encontrarse con ella. Después de la broma/despedida… todo quedó en la nada.
Entre idea e idea, mientras sus pensamientos se sucedían uno tras otro, Seung Hyun caminó hasta cerca de aquel café, sin darse cuenta de que llegó a este lugar. Echó un rápido vistazo antes de decidir ponerse en marcha, cuando alguien lo empujó para poder pasar y esto provocó que se le caigan los lentes. Por poco y terminaban en el suelo, pero afortunadamente los sujeto. Al levantar la cabeza y este objeto, alguien dentro del café lo reconoce y lo mismo sucede con Seung Hyun, así que decide entrar un momento a saludar a su amigo. Mira hacia un lado y sus ojos se encuentran con el rostro misterioso y melancólico, aparentemente tal vez era solo serenidad, de Jung Yong Hwa, quien bebía cafe tranquilamente… verlo le recordó inevitablemente a Ingrid. ¿Qué estará haciendo su amiga en ese momento? Ni bien le viene a la mente aquella tarde en la cafetería, comenzó a reír solo y movió la cabeza a un lado y al otro… hasta que nuevamente sus ojos encontraron a una evidente y extraña figura… Ingrid… ¿Estaba espiando a YongHwa desde la ventana?
Sueng Hyun: Ingrid – la llama en voz alta sin darse cuenta lo que provoca que la muchacha observe hacia todos lados hasta en encontrar a quien le llamo la atención.
Ingrid: ¿Quién eres? –Lo mira con expresión de desconcierto-
Seung Hyun: Eh? –Se coloca los lentes- Soy yo.
Ingrid: – con la misma expresión - ¿Quién eres? - se le acerca apuntándolo con un dedo y simula que le  romperá con este los lentes, pero Seung Hyun retrocede asustado y la muchacha comienza a reírse. - ¡Te engañé!
Seung Hyun: ¿Eh? Por un momento creí que no me reconociste. – serio – ¿No son éstas horas laborales? ¿Qué haces aquí?
 Ingrid: Yo… Vine de mercado. Me mandaron a comprar cosas.
Seung Hyun: Pero el mercado queda por allá – apunta en dirección contraria-
Ingrid: Entonces me perdí… – a Seung Hyun con interés – ¿Si voy por ahí derecho llego?
Seung Hyun: – rezonga – puedo acompañarte… – da media vuelta.– Andando.
Ingrid: Un momento – se para frente a él y le extiende una tarjeta – Antes de olvidarme, este es mi número. Ahora tengo teléfono celular. Envíame un mensaje para que pueda agendarte.
Seung Hyun: – observa detenidamente al pequeño pedazo de papel – Esta bien, Lo hare. Ahora vamos.
Mientras caminan, por una razón inexplicable, Seung Hyun recupera la confianza que estuvo ausente en la charla con Eun Pyo. Ahora tenía algo más que decirle una vez que se vieran, algo que no demoraría en ocurrir. ¿Podría decir algo más? Ya que la muchacha estaba a su lado, era hora de quitar de su mente esa duda que apareció de repente cuando recordó la anterior charla con su dongsaeng.
Seung Hyun: Ingrid… – piensa brevemente antes de preguntar – Dijiste que habías llegado a Corea con una unnie, si mal no recuerdo. ¿Es así?
Ingrid: Recordaste mal, porque no lo dije, lo dibuje. Y sí, llegue con mi unnie, mi oneesan (hermana mayor en japonés). ¿Por qué me preguntas eso? –inquiere con la mirada clavada en él de tal forma que le produce escalofríos.
Seung Hyun: –intenta no parecer nervioso– Y… tu unnie… ¿Cómo se llama?
Ingrid: Oriana.
Seung Hyun: – ya que su amiga guarda silencio después de contestar tan secamente – Yo… tengo un dongsaeng llamado Eun Pyo – al ver que Ingrid lo observa con una mezcla de interés y sorpresa – ¿Escuchaste ese nombre alguna vez?
Ingrid: Si… Es el – hace comillas – “amigo” de mi hermana. –hace una expresión de astucia, o que intenta parecerlo, que resulta muy evidente adrede –Así que tu hermano… Ese Eun Pyo se volvió interesante de pronto…
Seung Hyun: No es mi hermano de sangre, pero somos muy unidos.
Ingrid: – con expresión simple – No estarán saliendo, ¿verdad?
Seung Hyun: – horrorizado por la idea –No, eso nunca.
Ingrid: – rezonga, aliviada – Menos mal…
El muchacho coreano reía entre dientes por las expresiones faciales y verbales tan descaradas y auténticas de su amiga. Ya comenzaba a verla como una persona que le diría la verdad aunque el mundo entero le caiga encima, y no tendría algún tipo de reparo en hacerlo. Tal vez por su imagen, él no estaba rodeado precisamente de personas con esa clase de actitud, sino de gente que cambiaba todo o una parte de la verdad, o lo adulaba demasiado para ganar su aprobación o simpatía. Pero ella era diferente, la imagen o las sutilezas no le interesaban… esperaba poder seguir cerca suyo, aunque nunca llegaran a ser algo más que amigos.
Después de charlar con Ingrid mientras iban hasta el mercado, Seung Hyun parte a su postergada cita, dejando a la muchacha las indicaciones para regresar al hotel. Por fortuna, la vida doto a Ingrid de buena memoria o buena orientación, o tal vez ambas, así que llegó al hotel sin problemas, con la enorme satisfacción de no haberse perdido en el camino (como si le hubiese ganado a la ciudad). Al final de la jornada, las dos hermanitas protagonistas regresaron a casa y se reunieron con su amiga colombiana para charlar un par de horas (siendo sinceros) y pasar un buen rato.
Mayra: ¿Y vieron el dorama que les recomendé? – Pregunta tiernamente - ¿Les gusta? Ahora está dando otro: Flower Boys next door.
Ingrid: – interesada – ¿Y de qué trata ese? Si, boys before flowers está muy bueno.
Mayra: Es una comedia romántica. Pero… todavía lo estoy viendo.
Oriana: Lo interesante de ver doramas es aprender el idioma.
Mayra: Oh sí – comienza a entusiasmarse – a mi me ayudaron mucho y también, la música claro.
Oriana: ¿Kpop? – Piensa un segundo - ¿Así es verdad?
Mayra: Si – afirma efusivamente – ¿Conoces el Kpop? ¿Te gusta?
Oriana: Digamos que lo escuche ¿Viste el celular? Lo gane en un concurso. – desliza una sonrisa confiada.
Mayra: Wow eres una profesional del Kpop o… ¿Qué?
Ingrid: – deja a un lado su cuaderno y se integra a la charla – No le creas, Mayra. Oriana sería incapaz de ganar un concurso de esos. Digamos que… lo ganó Eun Pyo – pestañeo constante – y se lo regaló.
Mayra: ¡Aigo! Oriana, ese chico está muy interesado en ti, entonces.
Oriana: – algo molesta – No, nada que ver –cambia de tema rápidamente – Mejor decinos que música escuchas. Digo… para recomendarnos.
Mayra: – agarra su notebook – pues aquí tengo unos – se detiene un pequeño instante y continua – muchas bandas y artistas.
Ingrid: – se acerca a Mayra – ¿conocés CNBlue?
Mayra – mira a Ingrid ilusionada - ¿te gusta CNBlue? Si claro que tengo. ¿Quién te gusta? – pregunta de manera picara.
Ingrid: – fingiendo indiferencia – Solo quería ver qué onda la banda, nada más.
Mayra: dudando – mmm está bien.
La muchacha latina hace click en un archivo y comienza la reproducción de uno de los videos: se ve al principio un búho, y en la siguiente escena, con un paneo de manera ascendente se observa a un chico sentado en una especie de trono – ay espera – Mayra detiene el video – bueno esta banda es muy conocida a nivel mundial – ambas hermanas, buscan en los ojos de su amiga,  mas información - ¿Realmente no los conocen? – insiste ella y la pelirroja se apresura en responder como lamentándose con ésta – No sé nada de Kpop. Lo siento en ese momento Ingrid solo podía detenerse a observar la pantalla. Algo, o mejor dicho alguien, había llamado su atención. Aquel muchacho del video… no sabía si era su cabello, su ropa, el maquillaje alterado en sus ojos o la expresión de estos que parecía profunda y vacía a la vez. Su distracción concluyó al momento en que su amiga respondió a sus dudas – La banda se llama Big Bang y espero les guste – continua la reproducción.
Durante el video hubo comentarios variados. Ingrid solo podía decir acerca de aquel chico que apareció al principio, pues no conseguía fijarse en los demás, salvo en aquella voz grave de uno de ellos, que tenia cabello turquesa y además, con una pregunta alterada, – ¿por qué manosean así a ese pobre muchacho? – refiriéndose a otro de ellos. Mientras la cocinera largaba cada pregunta como: ¿Qué se fuman estos pibes? ¿Por qué se visten así? ¿Qué son esos pelos? Y por un momento, hizo un comentario positivo acerca de uno de ellos, que alegró a Mayra – Ah, esta bueno el coreano. Mira vos.
Así pasaron el tiempo, hasta que Oriana salta repentinamente, diciendo con expresión alterada – Uy me tengo que ir.
Ingrid: ¿A dónde vas?
Oriana: Hoy trabajo a la noche, pero solo por hoy nomas.
Ingrid: ¿Pero salís muy tarde?
Oriana: Tipo 11 salgo, no te preocupes. Llevo el celu y cualquier cosa le mando mensaje a Mayra – se despide de ambas y se marcha.
Mayra: Cuídate – termina por decirle en voz alta a la pelirroja, y luego se dirige a Ingrid – ¿Te muestro videos de CNBlue?
Ingrid: – entusiasmada – ¡Dale!
Mientras las dos muchachas se deleitan reproduciendo clips de video, Oriana trabaja esforzadamente hasta la deseada hora de salida. La cocinera sale de su lugar de trabajo ofuscada por algo que había ocurrido allí adentro. Resulta que uno de sus compañeros comentó algo sobre ella y todos se echaron a reír. La pelirroja no pudo entender por qué exactamente, ni tampoco supo que decir para retrucarles la burla. En español, las palabras le sobrarían, pero ¿en coreano? Solo sabía ser amable. Es así, que emprende rápidamente el camino a casa hablando sola en mil refunfuños. De pronto, el sonido de una llamada a su celular detiene sus quejas, aunque le resultaba extraño que alguien la llamara a esa hora y al ver quién era el remitente decidió contestar.
Oriana: ¡Hola! ¿Eun Pyo? – pregunto extrañada.
Eun Pyo: Hola Oriana. ¿Cómo estás?
Oriana: Bien – calla repentinamente, pues es interrumpida por el muchacho.
Eun Pyo: Estoy detrás de ti.
Oriana: ¿Ah? – voltea hacia atrás.
Eun Pyo: – corta la llamada mirándola sonriente y se acerca rápidamente a ella para saludarla con una reverencia (esta demás decirlo n_n).
Oriana: – molesta por el saludo – ¡Ahj! No hagas eso, me siento como una princesa. ¡Puaj!
Eun Pyo: – confundido – Pero…
Oriana: – le rodea el hombro con un brazo – Te invito un trago.
Eun Pyo: – más confundido, igualmente acepta encantado, expresando una agradable sonrisa – Estoy de acuerdo.
En el tren, todo estaba tranquilo, y la latina podía serenarse al ver el paisaje a través de la ventana, hasta que presiente que es observada.
Oriana: - por lo bajo a Eun Pyo – ¿Por qué nos están mirando?
Eun Pyo: No lo sé – responde, sintiéndose intimidado y trata de ocultarse de las miradas.
Oriana: Aigo, qué molestos – observa, desde su lugar, a cada uno de los presentes frente ella – ¿Qué me ven? – inquiere acompañándose de un ademan muy típico de su país. Cosa que hace que la miraran con más curiosidad aún.
Eun Pyo: Ori… – trata de calmarla.
Oriana: – sin registrar a su amigo, fija su vista en solo una persona y hace un gesto con la cabeza – Bumshakalaka – concluye en voz alta y es escuchada por todos.
De pronto otra de las personas en el vagón salta y comienza a cantar en el pasillo, cronando los dedos, y es seguida por otra, y por otra, hasta que, sin darse cuenta, todos estaban cantando y bailando al ritmo de “Fantastic Baby”. ¡Nah! Realmente esto no sucedió, pero hubiese sido divertido ¿cierto?
Luego de que la pelirroja dijera aquella palabra o frase, alguno que otro rió por lo bajo. El más sorprendido fue Eun Pyo.
Eun Pyo: – casi riendo – ¿Qué dijiste?
Oriana: – observando a su alrededor – Ya nadie nos mira – dijo en su idioma y al notar la insistencia de su amigo le responde – eh? De una canción.
Eun Pyo: – pensando – ¿Cuánto más piensa sorprenderme?  a Oriana – Ya llegamos. Bajemos.
Dieron un paseo por el lugar, en el cual había pocas personas haciendo lo mismo que ellos, tal vez cinco o seis humanos bajo la luna coreana. El movimiento de la cuidad paulatinamente fue sacando a la protagonista de ese enojo algo melancólico que la poseía desde que abandonó su trabajo, y, entre cantos y risas con su amigo, decidieron detenerse en un lugar. Oriana se acerca a la máquina de bebidas.
Oriana: – con un dedo se rasca la cabeza – Ay ¿cómo rayos funciona esto?
Eun Pyo: – se acerca a la muchacha – ¿Te ayudo? – la muchacha le dirige una mirada de súplica que lo enternece. – Aquí… – enseñándole con su mano – monedas. Aquí eliges la bebida y aquí… – se palma el pecho – puede haber amor.
Oriana: – desentendida – ¿y la beer? Beer (cerveza).
Eun Pyo: – desilusionado debido a la fallida muestra de “romanticismo”, tal vez no entendida por su amiga. Seguramente no sabía de qué rayos estaba hablando… o eso aparentaba – Este es el botón para la cerveza – concluye desanimado.
Después de comprar las bebidas, ambos, por iniciativa de Eun Pyo, se dirigen a un banco que reconocen desde la distancia, bastante bien ubicado. No está de más decirles que incluso allí podía ver el iluminado centro de la ciudad, marco casi idílico de lo sucederá a continuación:
Oriana: – abriendo la lata – Felicidades, tienes una ciudad muy bonita – dirige su vista a Eun Pyo – brindemos por eso – levantando la lata – Espera un momento – extendiendo el brazo – así – y terminando de rodear el de él con el suyo, para brindar entrelazando sus brazos.
Eun Pyo: – recuperando su confianza – Brindemos por ti también.
Oriana: Ok, ok y por ti – sonriente.
Mientras bebían, la muchacha estaba distraída mirando unas publicidades en una pantalla gigante que podía verse desde allí. Eun Pyo pensaba que ese era el momento ideal, por  la tranquilidad del lugar, la noche, la luna, la anterior caminata, la divertida charla y aquel reciente brindis, ese brindis que para él solo lo hacían entre novios. Trató de olvidar aquel momento con la máquina de bebidas, pues le quitaría esa confianza que tanto lo caracteriza. No lo dudó, necesitaba saberlo: – Oriana  le llama la atención, a lo que la pelirroja gira suavemente su cabeza hacia él. “Es ahora o nunca” pensó e instantáneamente… la besó.
CONTINUARÁ….

¿Ya el primer beso de la historia? ¿Nacerá el amor? ¿Qué pasará a partir de ahora? Por otro lado: Seung Hyun se dio cuenta de la relación entre su amiga y la tal Oriana. Teniendo el número de Ingrid ¿Tendrán una cita? Si este capítulo les gusto, el siguiente les va a EN-CAN-TAR. Se suman las aventuras a la historia.

Como regalito y recompensa por la espera de este episodio, les presentamos a quien encarna a Kwon Eun Pyo: El rapero, compositor, productor y líder de Big Bang, Kwon Ji Yong (o Young) alias G-Dragon.

3 comentarios:

  1. Viste que te dije que Eun Pyo era GD? Le pegue! Wiii xDDDD
    Omo omo! Eun Pyo ya beso a Oriana? Como respondera ella a ese tan sorpresivo beso :O jajajaajja Ayyy este Eun Pyo eeees un lanzadooo
    We, No se porque pero Seung Hyun me esta empezando a caer muy bien :)
    Sera que Ingrid conocera personalmente a Yong Hwa alguna vez? Y que va a pasar entonces si eso sucede?
    Me gustaron todos los momentos en relacion con la cancion fantastic baby :P Sobre todo esta parte:
    "Oriana: – sin registrar a su amigo, fija su vista en solo una persona y hace un gesto con la cabeza – Bumshakalaka – concluye en voz alta y es escuchada por todos.
    De pronto otra de las personas en el vagón salta y comienza a cantar en el pasillo, cronando los dedos, y es seguida por otra, y por otra, hasta que, sin darse cuenta, todos estaban cantando y bailando al ritmo de “Fantastic Baby”. ¡Nah! Realmente esto no sucedió, pero hubiese sido divertido ¿cierto?"
    Jajaajjajaa si lo hubiera sido. Tipo onda "Uy ¿Que paso? De repente esto se convirtio en un musical o que?" jajajaja
    Muy bueno el cap chicas. Tengo fe de que el siguiente capitulo me va a encantar. Saludos!

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    1. Hola, es la primera vez que respondo un comentario. Voy a comenzar por un: Gracias Totales por ser tan fiel a la historia (en serio). Obvio que hubiese sido divertido esa parte, veremos si podemos agregar musicales, porque al parecer están de moda (y, particularmente siempre me gustaron). Me encanta que te guste, porque al no ser escritora se me hace difícil. El próximo capitulo estará genial (no solo por haberlo escrito jaja).
      Aaah si la re pegaste! Quien mas podría ser Eun Pyo. y, no te preocupes por Seung Hyun! Besulis :3

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  2. Hola chicas vuelvo a comentarles :)
    A Oriana no le puede gustar EunPyo o si? Eso me pasa por leer un cap adenlantado >_<.
    Que gracioso la parte del baile de Oriana jajaja.
    Si Ingrid al encontrarse con SeungHyun-TOP sin lentes osea que le pasa way.?
    Por fin han coincidido en que los 4 tienen que ver, si q se pone interesante el asunto.
    Ah, esta bueno el coreano. Mira vos.
    Pos claro todos los coreanos estan buenos. :D
    Esa parte del tren que se imaginan que cantan fue genial chicas!!!!! Pos que poco romántica es Ori osea que le pasa con semerendo papasito.
    La habrá besado?
    *Luci*

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