Mil disculpas a
aquellos que, el viernes pasado esperaron por el capítulo, no se preocupen
ahora les tenemos una recompensa mmmm. Lo verán al final del capítulo.
Anteriormente…
Las hermanas Correa, que se dirigían a Japón, quedan varadas en Corea del Sur y como ayuda del Consulado
Latinoamericano deberán trabajar en un hotel para recaudar los fondos
necesarios para el pasaje de vuelta a
casa, rumbo al hotel ambas se pierden por Seúl quedándose dormidas fuera una
iglesia, para suerte de ambas Oriana conoce a Eun Pyo, un amable y simpático
muchacho que las guía a su actual lugar de trabajo. Poco después Ingrid conoce
(de manera accidentada) a Seung Hyun un apuesto joven y de mal carácter
(aparentemente). A todo esto se suma Leki un pequeño gatito que es rescatado
por la pelirroja.
VI
“¿Por qué estoy
abrazando al mundo que no puedo poseer? … Aunque estoy destrozada y esté sufriendo
voy a sonreír. Mírame, lo prometo.” (Guilty de Han Seung Yeon/Kara)
¡Otra vez ese olor de mier…! – exclama Ingrid, quejándose de una pestilencia que venía de la cama de
Oriana. Ella estaba repasando sus lecciones muy tranquila hasta que lo sintió.
– Es… es mi estómago- contesta rápidamente
la muchacha de cabello rojo…
– Pero yo me estoy quejando del mal olor–
replica Ingrid, mirando a su hermana, quien a su vez la mira con los ojos bien
abiertos como si dijera “por eso… es mi
estomago y lo que le sigue”– Ok…– se levanta, con sus notas en la mano y
abandona el cuarto, cubriéndose la nariz.
Una vez que
ésta cierra la puerta, Oriana deja la cama de un salto y espía bajo las mantas
para ver dónde Leki realizó… sus “asuntos”, pero sorpresivamente su hermana
abre la puerta, pues se olvidó su birome.
– Ah… Tengo retorcijones– dice Oriana
rápidamente para disipar a su desconcertada hermana.
– ¿Por qué saliste de la cama? Ori deberías ir
al médico. – vuelve a abandonar la habitación luego de tomar lo que estaba
buscando. Ingrid piensa no regresar por un largo rato, ya que le pareció que el
olor había empeorado. ¿Acaso su hermana comió algún alimento en pésimo estado y
su cuerpo comenzaba a quejarse silenciosamente, algo muy raro en esos casos?
Mientras,
Oriana limpia lo que hizo Leki, le dirige un reto afectuoso, le da la comida y
dedica unos minutos a jugar con ella antes de volver a la cocina a trabajar y
ser el objeto de inquisición de sus compañeros curiosos, que ya elevaban
sospechas sobre su actitud, algunos quejándose del excesivo perfume con el que
intentaba prevenir cualquier mal olor que pudiese pegársele después de limpiar
los “regalos” de su amiguita peluda y traviesa.
Por su parte,
Ingrid ya no permanece solo dentro del comedor, sino que también salía afuera,
esperando aparezca Seung Hyun en una esquina o la otra, y de alguna forma
perdía las esperanzas. Pensaba en ofrecer el abrigo a alguno de sus compañeros
y poder comprar un buzo parecido a Oriana, quien milagrosamente no había no
había mencionado queja alguna sobre esa desaparición… aunque eso también
resultaba sospechoso ¿si había revisado y revuelto su bolso, por qué no fue a
reclamarle después?
-Ingrid-
le llama la atención uno de sus compañeros. Ella se acerca a él y éste habla
acompañándose con gestos – La gente–
señala todo el local – se pone nerviosa– su cara expresa nerviosismo – por tu vaivén– con dos dedos, simula el
movimiento de una caminata. – Stop.
Ingrid: Ok. Ok –contesta haciendo un exagerado
gesto con las manos como si empujara algo frente a ella– Some body ask for me?
Compañero: No
Ingrid: Ah… ¿Money extra? –Enfatiza el tono
interrogativo.
Compañero: No. No today.
Ingrid: Oh… – apunta hacia el pasillo que
conduce al baño de empleados – I go
toilet– se va.
No pasó ni un
minuto desde que ella se fue, cuando entró un muchacho alto y muy apuesto que
lleva unos enormes lentes cuadrados, como si buscará a alguien. Esto parece
extraño al encargado y por ello se acerca a preguntar al recién llegado.
Encargado: Bienvenido joven. ¿Mesa para uno?
Seung Hyun: No… Estoy buscando a alguien que trabaja
aquí.
Encargado: ¿A quién?
Seung Hyun: Eh –piensa un momento- a una chica… con flequillo –se toca la
frente- petisa – con una mano indica
la altura de su hombro- morocha… No es
coreana.
Encargado: A Ingurido (Ingrid). Espere un momento que
ya viene.
Seung Hyun
espera sentado en una de las banquetas frente a la barra del bar y a ratos mira
a un lado y al otro. Pero la muchacha no se acerca a él. Aunque lo ve desde el
pasillo. Distingue, para ella, su apática aunque nada desagradable cara. Su
rostro era altivo y elegante, pero no carecía de masculinidad; si bien sus ojos
no eran grandes, resultaban muy llamativos, tal vez por la forma de sus cejas.
Su boca era fina y su nariz recta y algo pequeña, no parecía natural. Si, definitivamente recordaba esa cara, asi que
apenas lo reconoce, decide que permanezca un poco más allí mientras ella va a
buscar el abrigo hasta la habitación que comparte con su hermana, lugar en el que se encuentra esta última con Leki…
Cuando intenta
entrar no puede abrir ya que Oriana dejó puesta la llave. Por ello, decide
golpear la puerta.
Ingrid: Ori… abrime.
Unos segundos
después más de los que esperaba, Oriana abre la puerta, ciertamente encorvada y
le pide que busque rápidamente lo que necesita. Ingrid no quiere demorar mucho,
pues se siente asfixiada con el olor a desodorante de ambiente. Agarra el
abrigo y se dirige a la salida, notando sobre ella la mirada de su hermana.
Ingrid: mira –enseñándole el buzo- vinieron a buscarlo.
Oriana: Ah, qué
bueno –responde Oriana, con demasiada tranquilidad.
Ingrid: – la
mira con expresión desconfiada, sospechando de esa reacción. – Aquí hay gato encerrado…- contesta,
mirando rápidamente a todos lados antes de irse.
Oriana asustada
extrae a su amiguita de su abrigo, pues allí la escondió por la prisa. Le
preocupaba que su hermana se haya dado cuenta de la presencia del pequeño
animal y por esto casi olvida la ausencia del buzo.
En cuanto a la
morocha, se dirigía con paso firme hasta lo que esperaba fuese la última
confrontación con Seung Hyun. Realmente deseaba terminar con ese asunto lo más
rápido posible y devolver el buzo que tomo prestado… antes de que Oriana notara
su ausencia porque no parecía saber sobre eso, ya que en ningún momento
reclamo, ni siquiera cuando vio que su hermana menor llevaba el abrigo para
devolverlo.
Ingrid: Seung Hyun –lo llama, parada detrás de
él. Este gira la butaca para verla- An-nyeong-ha-se-yo
–hace una reverencia agachando un poco la cabeza.
El no le
contesta, solo puede mirarla, intentando reconocerla. Ingrid con ropa de calle
y sin el enorme uniforme de trabajo, casi era una chica diferente y totalmente
distinta a la rabia que tenía cuando él la conoció.
Seung Hyun: An-nyeong –se limita a responder.
Ingrid le
extiende el abrigo con ambas manos, doblado prolijamente. El muchacho lo toma,
pero decide dejarlo aun lado, en la butaca junto a la suya para poder quitarse
el que llevaba puesto, que era aquel con el cual se marchó de allí la ultima vez, y se lo
entrego a la joven. Esta lo agarra aliviada: por fin termino ese pequeño
problema y quedaría todo olvidado de una buena vez.
-Rain – murmura Seung Hyun, mirando por
la ventana. Ingrid vuelve la vista hacia el mismo lugar no era una lluvia leve,
sino moderadamente intensa… mira otra
vez hacia Seung Hyun y ve que este no traía paraguas. Era compresible, pues
nadie suponía que caería agua del cielo, menos cuando el día parecía tan
agradable. La muchacha tuvo que decirle que se quede esperando allí, entre
palabras y gestos precisos, y luego pregunto al encargado si podían darle un
café o algo para que la espera no fuera
tan tediosa.
Encargado: You pay? –Pregunta a la muchacha-
Seung Hyun: Yo puedo pagar mi café –responde en
coreano, por lo que Ingrid no pudo entender demasiado – pero no me gusta beber café solo.
Encargado: ¿Desea el café con leche?
Seung Hyun: No. Quise decir que no me gusta beber en
solitario.
Encargado: Ingrid – comienza a decir – Stay with him.
Ingrid: ¿Eh?
–extrañada-
Encargado: Good Luck – concluye y se marcha-
La muchacha se
quedó muy extrañada, casi sin entender que pasaba. Seung Hyun permanecía en el
comedor hasta que la lluvia terminara, bebiendo el café que en ese momento
estaba eligiendo… Pero ¿Por qué ella tenía que quedarse allí? No había remedio
si el encargado lo pedía, tenía que
hacerse. Tomo asiento en la butaca de al lado, aun preguntándose porque lo
estaba haciendo.
Seung Hyun: ¿Es bueno trabajar en un Hotel?
–pregunta en coreano, sin saber porque lo hacía.
Ingrid: ¿Qué? –en español sin darse cuenta, pero
se corrigió rápidamente- No understend… Wakarimasen.
Gomenasai.(no entender, no entiendo, los siento).
Seung Hyun: Why are you doing
here, if you don’t know Korean? (¿Por qué estas aquí, si no hablas
coreano?)
Que pregunta inoportuna… pero no extraña.
En algún momento chocaría con ella y aunque podía entenderla, no contaba con
vocabulario suficiente para responderle. ¿Cómo podía comunicarse con él? No
tenía ganas de ser grosera, levantándose de allí con lápiz sin contestar. De
pronto una idea acude a su mente, cuando vio su cuaderno sobre la barra. Ella
había abandonado la habitación llevando sus notas de la clase para repasar y entre lectura y caminata
esperando, las dejó allí antes de ir al baño. Estiró ahora un brazo para
alcanzarlas: existe un lenguaje único con el que podían comunicarse; el dibujo.
Ni bien tomó el cuaderno y escogió una hoja
en blanco, comenzó a hacer trazos y trazos al estilo que mejor lograba, el de
Junko Mizono (precursora del manga pop: estilo puka, inspirada en el terror gótico
y el pop art) avanza bastante rápido en sus desprolijos pero claros bocetos,
pasando página a página al muchacho mientras terminaba. El primer dibujo era
muy descriptivo: relataba que ella y otra joven estaban en un programa de
concursos (reforzado por la frase TV GAME SHOW y sobre ellas WINNER),
presentador las apunta y en el fondo puede verse una bandera de Japón.
En el otro boceto había una suerte de mapa
con solo tres lugares marcados: Argentina, Japón y Corea de Sur. Dos flechas
salían del primero, una iba hacia el segundo pero estaba tachada, y otra hacia
el tercero, confirmada con un OK. Es decir, el vuelo se desvió a Corea… Vio el
otro dibujo: nuevamente estaban ella y la otra chica, con otras personas detrás
en cuyos rostros aparecías signos de pregunta, al igual que el de las
muchachas. A un lado había una mujer hablado por teléfono que consiguió la
solución de otro vuelo a Japón, o eso expresaba su alegre rostro.
En el cuarto dibujo esta mujer explica a
los pasajeros que volarían a Japón, por lo que todos festejaban, abriendo la
boca desmesuradamente y levantando los
brazos, todos excepto la chica que iba con Ingrid (quien tenía escrito en la
remera UNNIE), pues ella miraba hacia abajo y pensaba en un baño, lugar al que
fueron en el siguiente boceto: las dos muchachas ya estaban allí, una se lavaba
las manos y lucía una expresión de alivio, mientras la autora de los trazos
miraba impacientemente hacia la puerta. Y con razón: la imagen posterior las
mostraba perdiendo el vuelo: ellas estaban de espaldas mirando, alteradas, como
el avión despegaba… dejándolas allí, perdidas y desorientadas. ¡Esa era la
razón!
Séptimo cuadro: las dos chicas en el
consulado, sentadas frente al cónsul (palabra escrita en su cara), y este les
decía que trabajen… la única ayuda que les ofrecía. En el siguiente dibujo
ellas estaban perdidas, deambulando y preguntando a los transeúntes, quienes no
podían entenderlas. El boceto posterior las mostraba durmiendo fuera de una
iglesia, tapadas con sus abrigos y mochilas, prácticamente acurrucadas… esta
última imagen le produjo una punzada en el corazón, algo similar a un golpe en
seco terriblemente doloroso. Nunca antes había visto algo similar, demasiado
increíble como para ser una mentira bien contada. Dos chicas habían vagado por
las calles de Seúl, extraviadas, desconociendo el idioma, algo que les
dificultaba pedir ayuda, y, vencidas por el cansancio, de seguro, decidieron
refugiarse del frío de esa época como pudieron. Quizás ni siquiera tenían
comida o algo para beber y dormir era la única forma de engañar al estómago…
¿Cómo pudo ocurrir algo así? ¿Esa era su historia?
Seung Hyun se sintió conmovido y no podía
apartar la vista de la muchacha sentada a su lado, quién seguía dibujando con
suma concentración sin percibir lo que estaba pasando a su alrededor. Ahora
comprendía por qué estaba pateando basura el día en el que se conocieron… por
eso estaba tan llena de rabia que fue capaz de casi enloquecer gritando
incoherencias…A la conmoción siguió un sentimiento de pesar por haber sido
grosero con ella, aunque no era su culpa y cualquier otra persona hubiera
reaccionado igual… lo mismo valía para ella. ¿Podía culparla por estar enojada
o disconforme, por renegar de una situación que no eligió vivir y que nada
podía hacer para remediar más que resignarse?
Volvió a ver a los siguientes dibujos: en
el décimo aparecía otro personaje, que tenía escrito en la cara good boy, y
estaba ayudando a esa unnie a leer un mapa para ubicarse y llegar al hotel. En
el onceavo, las dos ya estaban instaladas, una cortando verduras muy
contenta, la otra lavando platos
tristemente: ella, pensando en Argentina, ya tan lejana en distancia y
posibilidades. El que seguía era un boceto donde se representaba a si misma
nostálgica, encerrada, mirando hacia el cielo y extrañando su país. Por último
se dibujo con su hermana, juntas, pero en sus pensamientos Ingrid se sentía
triste y sola.
– Finish
– dijo ella para finalizar, dirigiendo la vista ahora a Seung Hyun mientras
masajeaba su agotada mano. El muchacho parecía perturbado y pensativo, por lo
que la protagonista se sintió preocupada. Tal vez dándole tanta información con
carga emocional negativa, logró deprimirlo sin tener esa intención.
Rápidamente, el muchacho agarra el lápiz
que ella dejo a un lado, junto con el borrador y deshace una parte del último
dibujo, para rehacerlo de otro modo. Borra el pensamiento en el cual Ingrid se
siente sola para dibujar su cara feliz y al lado la de él, también sonriente, y
agrega la palabra Tomodachi (amigo/a en japonés)
Cuando entrega a la joven el boceto, ella
sonríe al verlo... a partir de ahora, ¿tendría un amigo? Un final inesperado
para esa pequeña aventura… ¿Un final abierto? Repentinamente, aunque resultaba
extraño para sí misma y ajeno a su personalidad, la muchacha propina a Seung
Hyun una palmada en el hombro, llena de confianza y ríe sola. Aunque él se
siente extraño por eso, también, de una forma rara no le resulta desagradable…
Una conversación en tonos altos interrumpió
la armonía entre los jóvenes, podían escucharlo pues dejo de llover hacia un
tiempo. Varios clientes que se encontraban allí, al igual que ellos dirigieron
su vista hacia la cocina, de donde provenía el incipiente escándalo.
Sorpresivamente, uno de los meseros, saliendo de dicho lugar, se acerco a
Ingrid y murmuro cerda de su oído “your
sister is in trouble (tu hermana está en problemas)”… La protagonista nada
podía decir. Se quedo helada, mientras sentía un terrible dolor en el pecho. Su
corazón latía de forma diferente, y eso solo significaba una cosa: problemas. Una
tormenta se avecinaba.
– Seung
Hyun – comienza a decir Ingrid para llamar la atención de su nuevo amigo,
quien volteo a verla enseguida. –saturday ...(sábado)-
apunta hacia a la ventana y se refiere a la que está afuera del hotel- in that place (en aquel lugar).
Hace una reverencia, disculpándose y se
despide discretamente, marchando hacia la cocina, y con ella iba aquella
sensación de que algo malo ocurría…
Cuando entro allí, su hermana ya no estaba
y había una tensión inaguantable en el aire. Ingrid no podía pedir explicaciones. A penas podría
entenderlas, tal vez ni siquiera lo haría, pues su conocimiento de coreano e
inglés era tan pobre. Lo único que si podía hacer era preguntar por Oriana,
recibiendo como respuesta que la muchacha pelirroja se encontraba en su habitación,
juntando su equipaje, pues la echaron del hotel, aunque no estaba despedida.
Ella no sabía qué hacer… ni siquiera entendía que estaba pasando. En un momento
le preguntaron si se iría con su hermana y el “animal” (algo que Ingrid no
comprendió) o si se quedaría en la habitación. Ya cansada de tanta confusión,
la muchacha decidió consultar a la fuente directa de todo lo que había
sucedido: Oriana. Caminó rápidamente hasta la puerta del cuarto y, cuando
intentó abrirla, notó que tenía la llave puesta, por lo que golpeo dos veces y
consiguió entrar.
En el interior del cuarto, encontró a su
hermana con los nervios alterados y a punto de llorar, armando su maleta para
abandonar el hotel. Sobre la cama de esta, una bola de pelos se movía: una gato
pequeño… Al verlo, Ingrid sintió que su corazón dejaba de latir. Por ese animal
diminuto estaban echando a Oriana, y, muy posiblemente ella correría la misma
suerte… ¡por culpa de ese gato pulgoso!... No. La culpa era del dueño del
circo, no del payaso.
Ingrid: ¿Por
qué trajiste a esa cosa? –Pregunta a la pelirroja con suma severidad.-
Oriana: ¿Que…
importa? Me echaron. Dejame preparar el bolso en paz.
Ingrid: ¿Paz?
–Repitió sarcásticamente- ¡Yo, necesito
paz! ¡Yo! ¿Hasta cuando tengo que aguantarte? Cagada tras cagada lo tuyo!
Oriana: siempre
tan egoísta, siempre tan egoísta –dice como hablando con ella misma, lo que
provoca la ira de su hermana-
Ingrid: ¡Vos
sos la egoísta! ¿Para qué tres a ese pobre animal a esta pocilga en la que
apenas entramos? ¿Para que te echen? ¿Te pensás que si vos no ayudas al gato
nadie lo va a hacer, cuando seguramente hubiese podido recogerlo alguien con
mejores condiciones? Ahora ni tenés a donde ir.
Oriana, sin paciencia para escuchar los
reclamos de su hermana, encerrada en su obstinación, cerró la maleta, junto sus
bolsos adicionales y solo volvió la vista hacia Ingrid para decir “mi buzo”.
Cuando lo obtuvo, se cubrió con él para que nadie se lo quitara y abandono la
habitación llevando sus cosas y a Leki. La joven de flequillo tuvo que
seguirla, pues necesitaba averiguar que sucedería con ella.
En
el pequeño patio interno la estaban esperando sus compañeros de trabajo, listos
para despedirla. Uno de ellos comenzó a llorar, diciendo “noona no nos dejes”. Oriana ya no podía contener sus propias
lágrimas. El ambiente se torno cada vez más tenso y triste.
Oriana: Don’t worry. I will be ok.
Fighting (no se preocupen. Estaré bien) – dice para contenerse un poco a sí
misma.
El chef desde su postura, conmovido
también, a pesar de no aparentarlo con su cara de poker, y al escuchar un
trueno en señal de la tormenta que se avecinaba, siente piedad por la joven.
Chef: Te
doy unos días más. Es muy tarde.
CONTINUARÁ…
Ay, no… por qué paso esto??? A donde irán
nuestras protagonistas? Seguirán juntas??? Me alegra que Ingrid y Seung Hyun
hayan resuelto sus diferencias, pero me pregunto si esta amistad será algo más
que solo eso?? En nuestro próximo capítulo nuestras protagonistas se relajan en
la cuidad. Estarán acompañadas?? No se lo pierdaaaaan…
He aquí la sorpresa, les presento a nuestro
Kim Seung Hyun bajo la imagen de T.O.P (rapero y sublíder de Big Bang)
Holiiiis!!! Mirá esa Ori, pide que llueva y llueve, pero esto no le sirvió. Encima recibió tremendo reto. Bueno conocemos otra cara de Seung Hyun,tiene sentimientos? jajaja que mala :P. sin olvidarme: por fin le vemos la cara a Seung Hyun (re que sabía yo) jaja. No podiamos seguir manteniendo en secreto su imagen :P. Espero pronto conozcan a mi Eun Pyo :) Muy buen cap sis.
ResponderBorrarQué te haces...
BorrarYa se viene, a no comer ansias (¿?)
Oh por dios D: T.O.P. ES OPPA SEUNG HYUN!!!! Pero que sorpresita eh??? Yo JAMAS lo hubiera adivinado. Sobre todo por el hecho de que pensaba que te gustaba más G.D. pero TOP queda mejor para seung hyun! Ahora me gustaria saber quien es el otro!!!!
ResponderBorrarOMO!!!! Pobreeee Oriiiiiii :`( Me senti muy mal por ellaaaaa. Es cierto que se las manda pero no tiene esa intencion yo la entiendo!!!
Mmmm interesante la amistad de Ingrid y Seung Hyun. Me gusta! ^^ Y me encanto lo de la historia a traves de los dibujos, eso estuvo genial xD Me gustan las pequeñas datas que tiran de japon, como la precursora del manga pop. Eso les da mucho estilo a su historia ^^
Bueno, sigan asi chicas. Fighting!
Es por que solo TOP podía ser Seung Hyun. No pasa tanto por los gustos. Y si es cierto que me gusta mas GD, pero no esta escrita la ultima palabra.
BorrarQuedate de este lado, que las sorpresas no terminan.
Saluditos!!! Y gracias por los comentarios!!
Echaron a Ingrid y Oriana. Y Leki? Que harán con el pobercito? las sigo leyendo. *Luci*
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