lunes, 7 de julio de 2014

XXVII 1era Parte

¿Por qué no intentas confiar en mi? - SHINee - Ring Ding Dong.

Veo que estamos todos –dice de repente, y agrega, acompañándose de severos ademanes con la mano–. Ahora necesito que ustedes nos expliquen quiénes son realmente.- Los muchachos estaban notablemente nerviosos, pero debían salir por una llamada que recibieron del presidente de la YG, quien solicitaba una urgente reunión. Esta era su excusa perfecta para escapar de aquella situación, por lo menos hasta que surja en sus mentes una buena y creíble solución. – Tenemos que irnos – respondieron al unísono y se dirigieron con prisa hacia la entrada.
Oriana: - habla desde su lugar - ¿A dónde van? – los muchachos ya abrieron la puerta y salieron.
Ingrid: ¿Qué es todo esto, Oriana?
Oriana: - ignora la pregunta de su hermana y va tras ellos – No huyan, cobardes.
Los jóvenes ya habían tomado el ascensor, así que la latina no ve otra alternativa que bajar por las escaleras con toda rapidez. Al llegar a la calle, los ve salir con el auto y no duda en perseguirlos, gritándoles - ¿Por qué se escapan? Vuelvan –, sin darse, cuenta tropieza y cae de manera violenta para la vista de los peatones. Un auto se detuvo al verla tirada en medio de la calle. El conductor bajó y se dirigió hacia la joven para preguntarle sobre estado, ella responde de manera positiva y se sienta en el suelo. Los murmullos de la cocinera despertaron su curiosidad e insiste y le pregunta por qué perseguía el auto, quiénes eran o quién era y qué le habían/había hecho.
Oriana se pone de pie sin mucha dificultad, lamentándose al ver que le faltaba una zapatilla y pregunta a sí misma por esta mientras busca con la vista. El joven conductor le acerca el calzado e insiste en que le responda. La pelirroja observa la destruida zapatilla y en voz alta protesta – No. Mi zapatilla ¿y ahora qué…? Aish. Primero me quedo sin trabajo ahora esto.
***
Resulta que esa mañana, la mayor de las hermanas había salido hacia su trabajo, como era habitual, pero antes de ingresar a la cocina el chef la detiene para hablar con ella, pues quería decirle, sin dar muchas explicaciones, que estaba despedida y que la recomendaría en caso de  que consiguiese una entrevista; además se negó a responder alguna que otra pregunta por parte de la muchacha latina, quien se retiraba pasmada después de recibir su liquidación por parte del gerente. Caminó cuadras y cuadras sin saber qué hacer, intentó buscar anuncios de trabajo, pero se rindió al darse cuenta que todavía no sabía leer con claridad. Solo se le ocurrió visitar al Cónsul, a pesar que debía ir allí para hablar con él como habían quedado en la llamada telefónica que recibió cuanto estaba con SeungHyun en el auto. Fue allí que entendió por qué la habían echado del restaurante y, aparte de esto, entendió que había una relación, extraña por supuesto, con quienes compartía piso. Sí, nuestros muchachos coreanos SeungHyun y EunPyo.
***
Volviendo a esa tarde, el joven conductor, al oír aquello comenzó a sentir un repentino y extraño interés por la desafortunada extranjera.
Conductor: Yo puedo ayudarte – Oriana lo observa sin entender – Disculpa, que falta de atención  lo  mío. Mi nombre es Park MinSoo, hago relaciones públicas y necesito una chica como tú.
Oriana: - extrañada – ¿Como yo?
Park: ¿Tu nombre es? – la interrumpe con delicadeza.
Oriana: Oriana – agacha la cabeza levemente, avergonzada por su falta de cortesía frente alguien aparentemente amable.
Park: Ok, Oriana, yo puedo cambiarte el destino.
Oriana: ¿De qué habla? ¿Quiere que trabaje para usted? Mire, necesito decirle que lo único que puedo hacer es cocinar. Soy Chef.
Park: Chef, interesante. Solo escúchame atentamente.
Mientras tanto, en la YG, los muchachos se encontraban nerviosos por lo ocurrido con la pelirroja, y su distracción era demasiado evidente para los demás miembros de BigBang (salvo SeungRi, por supuesto). Por fin había llegado el break, aunque breve, y aprovecharon para conversar.
DaeSung: ¿Qué pasa con ustedes? Hoy sí que están extraños.
G-Dragon: Tienes razón, estamos un poco distraídos, pero no es nada. ¿Cómo esta SeungRi?
TaeYang: Está bien, está calmado. Yo confío en el padre y en esta Iglesia lo van a tratar muy bien.
G-Dragon: Esperemos que, además, lo lleven por el buen camino. – ríe para disipar las miradas de sus compañeros, pero éstos se mantenían firmes en saber que sucedía.
TOP: - se aclara la garganta – Va a ser mejor que se preparen, porque… tal vez, las muchachas sepan pronto la verdad. – al oírlo, sus compañeros le dirigen inmediatamente miradas de intriga.
G-Dragon: - también mirando a su hyung – No te apresures.
TaeYang: - a G-Dragon - ¿es cierto?
G-Dragon: Tal vez si, tal vez no. – le responde de manera calmada a Tae. En cuanto a TOP, dirigiéndole una mirada severa, le dice – Deberíamos hablarlo antes.
 Fue así que, sin perder tiempo, al salir de la YG e ir en busca del automóvil que compartían como “muchachos normales” acordaron un plan para explicarles todo a las hermanas extranjeras, lo tenían todo fríamente calculado. Al llegar al departamento y subir al ascensor se preparaban mentalmente para lo que ocurriría a continuación… ya era la hora de la verdad, había llegado el momento de contarlo todo (o casi). ¿Y qué pasaría después? ¿Ellas serían comprensivas y los entenderías? ¿O padecerían el rechazo? EunPyo era quien más padecía pensando en esto último, pues… no quería que Ingrid llegara a odiarlo... Su corazón se rompería en mil pedazos si eso pasaba. Aunque tarde o temprano iba a suceder… Al abrir la puerta, todo sería un caos, una ola de gritos, preguntas… silencio, tranquilidad ¿risas? ¿Y el caos, los gritos y las preguntas? Todavía no podían estar tan tranquilos, pues ellos eran de esos hombres que escuchaban historias de mujeres que buscaban venganza y sabían que todo podía tratarse de una actuación (como dice el refrán, ladrón juzga por su condición).
EunPyo: Ya llegamos – dice en voz alta para que lo escuchasen las muchachas dentro de la habitación.
Las jóvenes, al oírlo, salen hasta la sala para encontrarse con ellos. Al verlos, no se les despertó ningún tipo de rabia instantánea e incontenible… Algo demasiado extraño.
EunPyo: estaba pensado que… hoy podemos salir a comer los cuatro. Yo invito.
Ingrid: Podemos ir a un lugar que me gustaría que conozcan y bueno, yo también quiero conocer. Me lo recomendaron en la cafetería.
EunPyo. Claro. Solo dime la dirección. Y yo lo busco ahora.
Ingrid: No lo tengo, pero puedo guiarte.
Esta respuesta los alarma ¿Estarían ellas planeando algo? De igual manera, se mantienen bastante calmados.
Ingrid: Además… podríamos festejar que… puede que Oriana consiga un mejor empleo, un empleo MUCHO mejor – ante las caras de intriga de ellos, continúa – solo tiene que ir a una cita.
SeungHyun: ¿Qué? ¿Qué cita? ¿Con quién? ¿Qué tipo de trabajo?
Oriana: - con una palmada en el hombro del muchacho – Cálmate detective. Tengo todo bajo control.
SeungHyun: Pero… ¿cómo? ¿Qué tan segura estás de lo que vas a hacer?
Oriana: Nunca escuchaste la frase “El que no arriesga no gana”.
Ingrid: Aparte, SeungHyun ¿por qué estás tan preguntón?–con un ritmo pícaro– Alguien está celoso.
SeungHyun: Mejor voy a prepararme.
EunPyo: Sí, mejor si comenzamos a alistarnos para salir a cenar. – entra al cuarto junto con SeungHyun, y, mientras escogen unos abrigos, le pregunta: – ¿Crees que planean algo?
SeungHyun: No estoy seguro. ¿En qué se va a meter Oriana ahora? ¿No está bien en su actual trabajo?
EunPyo: Tal vez quiere hacer lo mismo que Ingrid para ganar más dinero.
SeungHyun: ¿No te parece extraño que tenga que ir a una cita?
EunPyo: Puede ser una reunión de negocios.
SeungHyun: Tienes la respuesta para todo ¿cierto?
EunPyo: Espero tenerla esta noche. Así que debemos concentrarnos.
No estuvieron tranquilos hasta que llegaron al lugar, pues realmente se trataba de un simple local de comidas, aunque todavía no deberían bajar la guardia. Tratándose de nuestras protagonistas, en especial de Oriana, cualquier sorpresa podría aparecer en el momento más inesperado.
La cena fue entretenida, EunPyo en vez de preguntar tanto, como en las anteriores salidas, hablaba de cada anécdota (inventada por supuesto) estúpida y SeungHyun sólo apañaba sus historias con pequeñas frases hasta que vio la oportunidad y sacó el tema de la “cita de Oriana”, en el cual insistió nuevamente con la preguntas que había hecho en la sala del departamento.
Oriana: Va a ser fácil reconocer a la persona con la cual voy a encontrarme.
SeungHyun: ¿Estás tratando de decir que ni siquiera conoces a la persona con la cual te vas a encontrar? ¿Y si se tratase de un…?
Oriana: Ni te atrevas a mencionarlo.
Ingrid: –interrumpiendo– Claro que Oriana va a reconocer a su… cita. Sería una persona reconocida.
SeungHyun: –extrañado– Cada vez entiendo menos.
Ingrid: Sería un idol. Oriana tiene una cita con un idol ¿No es genial?
SeungHyun: –descreído– No puede ser.
Ingrid: ¿Celoso? – pregunta con simpática e impertinente sonrisa de lado.
SeungHyun: Claro que no. – Tratando de disimular su fastidio - ¿Y dónde va a ser la “cita”?
La  pelirroja se encarga de despejar las dudas del joven de lentes, mencionándole el lugar y hora del encuentro, agregando además que no debía ni preocuparse por su vestuario ya que le mandarían un par de vestidos, entre los que debía escoger uno y usarlo para esa ocasión. Terminada la cena decidieron tomar un paseo por los alrededores el lugar era tan hermoso que no desaprovecharían la oportunidad de recorrerlo a pesar del frío, rápidamente Ingrid y EunPyo se apartaron juntos.
SeungHyun: - al asegurarse que la feliz pareja desaparece de su vista, pregunta - ¿De verdad piensas ir a esa cita?
Oriana: Para serte sincera, no me queda otra opción.
SeungHyun: ¿Qué pasa si se tratase de alguien desagradable? Los idols pueden ser desagradables también.
Oriana: Yo solo – junta las manos y las eleva a la altura de su mentón – espero que sea Kim Hyun Joong.
SeungHyun: - piensa- “veo que no se conforma con MinHo”.
Oriana: Además, necesito un empleo ya que… – de manera simpática – me quede sin uno.
SeungHyun: –alterado– ¿Qué? Explícate.
Oriana: –demasiado tranquila para gusto de SeungHyun– Esta mañana, me despidieron. Pero nadie lo sabe… y ni se te ocurra abrir la boca.
SeungHyun: Por favor, ¿Podrías? Gracias. ¿No te enseñaron esas palabras en la academia?
Oriana: Ya comenzaste a pelearme – haciendo puchero – pensé que eras mi amigo.
SeungHyun: –indiferente, aparentemente– No soy tu amigo. Es más, este secreto podría salirte caro.
Oriana: –a modo de queja– Oye pero…

Al día siguiente *Día de la cita*
SeungHyun, en busca de algo que ni él sabía bien, increpó a la pelirroja por última vez.
SeungHyun: ¿Y si sucede algo malo? ¿Lo pensaste? Lo más seguro es que vaya para vigilar...
Oriana: - lo detiene, levantando la palma de la mano - ¿Qué? Mira, si sucede algo, como tú dices, yo se cuidarme sola. No te necesito. – Da media vuelta y antes de avanzar el primer paso se vuelve.- Te agradezco la amabilidad, pero voy a estar bien.- se retira de la sala hacia la habitación que comparte con Ingrid.
EunPyo: - había escuchado la conversación detrás de la puerta de su cuarto – Si llegaras a meterte en la cita de Oriana voy a pensar que te gus…. No, no, no. Voy a asegurar que te gusta.
SeungHyun: –fingiéndose preocupado como un hermano, y no de otro modo– ¿De qué hablas? Claro que no. Solo, que pienso que de verdad están solas y… Aish para qué te explico.
EunPyo: Voy a ver cómo están los muchachos. – cambia el tono, en voz baja – Te estoy vigilando.
Al retirarse su compañero, el joven de lentes aprovecha para escuchar a través de la puerta la conversación de la cocinera con su hermana, pero, para su desdicha, hablaban en castellano, no podía hacer nada hasta que, de pronto Ingrid dice algo en coreano “Si te gusta el idol y a él le gustas, no desaproveches la oportunidad, no seas boba. Imaginate si es MinHo…”. Sin duda esto lo sorprendió, no se esperaba tal “consejo” de parte de la menor de las hermanas, pues siempre le pareció más sensata. Debía evitar totalmente esa reunión, sin importar lo que pensara JiYong, sin importar lo que pensara nadie, salió con mucha prisa del departamento.
En el restaurante ya se encontraba el joven esperando por nuestra pelirroja protagonista, quien llega con el leve retraso de unos escasos minutos. Con cada paso estaba asegurándose de no caer al suelo con los tacos que llevaba puestos, repitiéndose mentalmente el número de mesa, hasta llegar a esta. Observa a alguien de espaldas, los nervios la dominan ¿Cómo actuar? Le toca el hombro para llamarle atención y saludarlo. El sujeto gira un poco la cabeza para mirarla, sonríe y se levanta.

Oriana: - no puede evitarlo y se pregunta en voz alta - ¿Goo JunPyo?

Continuará....


¿Oriana dijo bien? ¿Goo JunPyo? ¿Qué pasará en esta cita? ¿Se aparecerá SeungHyun? Pues, no se pierdan la próxima parte de este capitulo que la subiremos muuuuy pronto. Tanto Mundial nos atrasó un poquitin n_n . Que tangan una excelente semana!!!1