Anteriormente: Oriana inscribió a su hermana y los muchachos en un programa de concursos que se televisaría, y después de varios desafíos, resultan ganadores. Pero en vez de escoger el dinero como premio, la pelirroja acepta un beso en la mejilla del idol Choi Minho. Enfurecida con ella, Ingrid decide lanzar una bomba y revela un secreto que tenía guardado: ha iniciado una relación secreta con EunPyo... ¿Desde hace cuánto tiempo?
XXI
"Finjo que no soy yo, trato de ocultar mi amor. Es mi secreto electrizante" (Secret love de Goo Hara/Kara)
"Finjo que no soy yo, trato de ocultar mi amor. Es mi secreto electrizante" (Secret love de Goo Hara/Kara)
Annyong! Lo que leerán ahora es mi narración. Si,
sé que parece extraño que lean a un narrador en primera persona, pero... Este
episodio va a tener esa diferencia. Son mis emociones, impresiones y
sentimientos los que entran en juego aquí, y que tal vez ustedes no conocían
hasta... ahora. Creo que vieron un poco, no demasiado, ¿y por qué digo esto?
Porqué ustedes no saben cómo es que "de repente" EunPyo y yo
decidimos... comenzar a salir. Y cuando yo termine de relatarles esta
sub-historia, se darán cuenta de que... ese "de repente" no existe.
Ningún "de repente" tiene cabida en esta historia.
Verán, cuando yo conocí a EunPyo, lo primero que
me llamo la atención de él fue su carisma. Siempre me han gustado los chicos
simpáticos, con los que se pueda conversar. Yo puedo hablar mucho o ser
silenciosa como la muerte, depende de que tan interesante sea la persona con la
que estoy hablando o... de cuanto quiera hablar. Creo que a él le pasaba lo
mismo, ya que solía encontrarse con chicas más bien tímidas que apenas
hablaban, o que solo conversaban sobre un tema, o solo preguntaban y pedían
permiso, pero se sintió muy sorprendido de encontrarse con una chica que tenga
tanta seguridad al decir lo que pensaba. Yo podía conversar abiertamente, y
debo agregar que puedo tener esos ataques de simpatía y ser muy graciosa.
Cuando terminó la reunión porque Leki encontró
una rata en la habitación que ocupábamos en ese momento y nosotras salimos
corriendo, pese a la interrupción abrupta, yo me sentía muy animada por haber
conocido a alguien tan agradable. Pero, conociéndome como me conozco... sabía
que eso no era del todo bueno, por mis malas experiencias pasadas. Simpatizar
demasiado con alguien en la primera reunión era... indicio de una fuerte
química. Al menos en mi caso. Si me
sentía atraída por EunPyo desde el principio, no tardaría en gustarme... y eso
no era bueno. Una cosa era ver a Jung YongHwa, alguien que jamás se fijaría en
mí, pero... el amigo de mi hermana estaba más a mi alcance, y con mi futuro
viaje a Argentina, decisión tomada desde el principio... Esa historia no
tendría final feliz. Y sufrir o hacer sufrir a alguien no es mi idea de pasarla
bien. Además, tal como conmigo, EunPyo fue simpático con Oriana. No me
parecería raro que solo se tratara de eso, así que no iba a mostrarme
interesada. Esa fue mi conclusión desde el principio, sin olvidar que ya estaba
aceptando que no existía indiferencia de mi parte.
Después de eso, casi no me encontré con él, y la idea de esto era
sacarlo de mi sistema. Pero se me apareció en frente cuando menos me los
esperaba. Por suerte estaba concentrada en otra cosa y no pude... reflejar que
me daba gusto verlo. Fue cuando estuve en la cafetería. La presencia de YongHwa
allí lograba llamar un poco mi atención y eso equilibraba las cosas. Yo no
podía solo concentrarme en EunPyo y me aproveché de eso todo lo que pude, pero
sabía que YongHwa no estaría entre nosotros por siempre.
Por más que EunPyo se mostraba muy agradable y decía cosas que...
tranquilamente pude haberme tomado como broma... pensé rápidamente en como
desalentarlo y termine arrojándole una bolita de papel en la cara. Cualquier
cosa que pudiera hacer lo haría para alejarlo de mí. Estaba pensando en el futuro
y en el bienestar de los dos, o eso es lo que me repetía a mí misma. "Ingrid,
es mejor que ninguno de los dos se entusiasme demasiado con el otro"
me repetía hasta el cansancio, y lo peor de todo... es que ese día él me miró
con interés. Y no podía permitirlo.
En ese momento, yo tenía pensamientos muy cruzados. Por un lado, no
estaba segura de que EunPyo sintiera algo por mí, creí que mi propia atracción
me generaba una especia de fantasía extraña con eso y que no había necesidad de
toda esa frialdad, y por otro, tenía plena seguridad de que era mejor prevenir…
ocurriera o no. Así es que… cuando él me regaló el teléfono celular… Me
sorprendí de mí misma, y de la indiferencia que podía simular. Bromeaba en
secreto que merecía un Martín Fierro o Oscar a mejor actriz, porque… me dolía
en secreto verlo tan desilusionado, pero también me tranquilizaba.
También estaba SeungHyun, mi amigo. Me mostraba cada vez más agradable
con él para espantar a EunPyo, y estaba tan obsesionada con eso que no me daba
cuenta… de que la solución sería peor que el problema. No solo alejaba a
alguien que me atraía, sino que ahora acercaba a alguien que no me gustaba. No
me daba cuenta de eso… hasta que finalmente me topé con la cruda realidad de
los hechos.
“SeunHyun: Si... es que tu... es decir yo... ¿soy suficientemente bueno
para ti?”
Tenía que hacer algo rápido, no podía pensar demasiado, pero… tenía que
ir a prisa. Mi amigo no merecía que juegue con él y EunPyo no merecía mi
maltrato. Podía ser indiferente sin tener esa actitud tan grosera y
aparentemente egoísta. Lo único que se me ocurrió fue correr hasta SeugnHyun y
abrazarlo fuertemente, susurrándole al oído la respuesta: “Tu eres el mejor
para cualquiera, pero yo lo me merezco. Quiero que seamos los mejores amigos,
solo puedo ofrecerte eso.”
Para mi sorpresa, él lo tomó muy bien… y me acompañó de todas formas a
casa. Como para hacer sentir mejor y seguir con mi estrategia, acordé con
SeungHyun que iba a llamarlo Oppa desde entonces… porque sabía que si lo hacía
frente a EunPyo, después de haber rechazado ese trato con él, sabría que, si
tenía esperanzas, tenía que descartarlas. Y, al mismo tiempo, reconfortaría a
mi amigo. Es mejor que te rechacen porque quieren ser tu familia a que te
rechacen porque no les gustas. La verdad es que… SeungHyun nunca me interesó de
otra manera.
No pasó mucho tiempo y Oriana fue al cine con
EunPyo. Creo que esa vez fue cuando tuve una de mis primeras crisis. No estaba
celosa, pero involuntariamente quería ser yo… y no Ori. ¿Por qué no era yo? Me
sentí invadida por un extraño ataque de frustración. Sé que suena raro, pero…
¿alguna vez te ha sucedido esa extraña… ansiedad por querer estar cerca de
alguien y no poder hacerlo? Y no es porque no seas correspondido, sino por…
cuestiones mucho más malditas y jodidas, porque soy extranjera, porque una
relación así no tendría sentido ni futuro, porque no puedo… y en realidad si
puedo, pero no debo. ¿Cómo calmar todas esas sensaciones tan desagradables?
Allí fue cuando recordé que no había escrito mi curriculum para pedir el empleo
en la cafetería y me concentré en ello para dejar de martillarme la cabeza con
culpa, ansiedad y todos esos sentimientos encontrados.
Poco después, Ori pide a EunPyo que nos lleve y
yo aproveché de eso para que me llevaran hasta la cafetería. Hablamos en esa
ocasión, y pude permitirme dejar la hostilidad de lado y cambiarla por una
cierta frialdad que ya había estado ensayando. Luego de todo, salimos a comer
los cuatro, SeungHyun se unió a la reunión y esto me hizo sentir más cómoda porque
podía desviar mi atención. Pero... cuando Oriana decidió salir del lugar, y mi
amigo fue tras ella... me dejaron con la guardia baja, y tuve que despertarme rápidamente.
Como sabrán, eso solo significa desastre.
"EunPyo: - de repente - ¿Qué raro que
SeunHyun Hyung se vaya tras tu unnie? ¿Tú crees que ocurre algo entre ellos?
En ese momento yo no lo creí... pero luego
EunPyo me confeso que intentaba averiguar si yo tenía sentimientos por
SeungHyun, si me ponía celosa por eso. Y si no lo hacía, entonces existía una
posibilidad para él.
"A mí no me importa" le
contesté rápidamente, "solo quiero largarme de este país."
Esa respuesta, estaba segura, sería
suficientemente severa para espantarlo, pero creo que me pase con la crueldad, más
el tono que utilice... creo que él no se lo esperaba, así termino saliendo a
ver qué pasaba entre mi hermana y SeungHyun mientras yo pensaba: "Querida,
ya no hay nada que temer, lograste lo que tanto querías". Estaba
convencida de que... EunPyo se alejaría de mí. A nadie le gustan las
expresiones de desagrado tan extravagantes, más aún si involucran a su tierra.
En solo unos segundos, creí que no solo había matado el interés que él podía
sentir por mí, sino que... llegué a molestarlo... a enojarlo. Finalmente yo también
salí a sacar de mi mente esos pensamientos viendo las tonterías que podía hacer
ese par de bobos.
Durante el viaje de regreso a casa, EunPyo se comportó
de forma muy correcta, pero cuando fuimos a la veterinaria para vacunar a Leki,
me aparte un poco junto a SeungHyun. No quería... escuchar nada tan
desagradable como lo que yo había dicho, ni aunque la mereciera.
Durante la camina, SeunHyun me advirtió sobre
los incipientes sentimientos de EunPyo, no porque él se los haya comentado, me
dijo, sino porque... eran incubribles, y me preguntó qué haría yo al respecto
ya que, a diferencie de otras personas, su dongsaeng no era de los que se rendían
con facilidad, y de seguro se moveria para intentar conquistarme. Así que... yo
lo mire a los ojos... elevando mucho la vista, por supuesto, y le conteste
que... mis días en Corea estaban contados, que tener una relación con alguien
era lo más estúpido y cruel que podías hacer. Con eso fue suficiente no solo
para tranquilizarlo a él. Tambien reafirme mi proyecto, fue como decirme: Seguí
así, que vamos por buen camino.
Cuando fuimos los tres a hacer compras, mostré
atención a los dos. Esa vez, Oriana se regresó a casa mientras nosotros hicimos
las compras, y gracias a la presencia de mi amigo SeungHyun, pude liberarme un
poco de la tensión de estar con EunPyo y actuar de forma diferente. Pero al
volver a casa... vimos el final de la pelea de Oriana... y ese fue el cierre de
un ciclo para mí.
Otra vez mi hermana se metía en problemas,
aunque no puedo culparla, ella defendió a su gata de esos infelices, por culpa
de que yo dejé la ventana abierta, pero... ¿cómo saber que eso iba a ocurrir
si... ella no me conto sobre la primera confrontación? ¿Y por qué no lo hizo,
por qué me ocultaba esa clase de sucesos? Obviamente Oriana no era demasiado
consciente de sus actos, y eso solo generaba que la gente a su alrededor se
preocupe por ella. En el fondo yo creo que a mi hermanita le gusta la atención
que recibe y solo la consigue con esta clase de actos. No quiero pensar en ella
como una persona egoísta que quiere vivir aventuras sin importarle lo que hagan
los demás, sino que... creo que le gusta la atención, y la única que conoce o
reconoce... es la preocupación de los otros.
Lo que mi hermanita no sabe... es que todas las
preocupaciones estaban llenándome de estrés y me acercaba a mi límite. Veía tan
inútil advertirle, o enojarme, porque las cosas no iban a cambiar. Necesitaba
usar la psicología inversa y cortar con el patrón, dejando de preocuparme por
ella. Y la única forma que tenía era obteniendo estabilidad en mi hogar, en mi
economía y en mis emociones. Y todos de esos puntos involucran a EunPyo y su
propuesta de vivir juntos. Si les extrañaba que yo haya aceptado eso, aquí
tienen mi respuesta: compartir departamento implicaba el hogar estable que
perdí cuando mi hermana peleó con esos miserables, implicaba ahorrar por
compartir los gastos y... también podría contar con apoyo emocional: EunPyo. No
tenía ni que pensarlo.
Mientras mi amigo SeungHyun, cada vez más
pendiente de Oriana que de mí, hablaba con mi hermana en el balcón, EunPyo me
invitó a sentarme y hablar sobre la propuesta de vivir juntos. Él pensó que
debería argumentar mucho para convencerme de pensarlo, pero no fue necesario.
Yo le aseguré que estaba dispuesta a salir de aquella habitación de la terraza
con tal de que no me echen. Entonces comenzamos a confabular como engañaríamos
a Oriana y SeungHyun diciéndoles que nos quedaríamos por el fin de semana
cuando el plan... era que dure hasta el fin de nuestra estadía. Y creo que a él
le encantó que tuviésemos ese secreto en común. Sus sentimientos ya eran
absolutamente visibles para mí.
Anunciarlo no fue nada fácil, SeungHyun se puso
muy resistente… y me extrañó la rápida resignación de Oriana (tengo mis
hipótesis al respecto, pero no quiero ahondar demasiado). Al final todo estuvo
a mi favor (¡por fin!), y desde ese momento todos viviríamos como una linda
familia. En parte esa era mi intención: Que EunPyo y yo pudiésemos vernos como un par de hermanitos… pero resultó a la inversa,
y no había forma de que pueda prever eso.
Al día siguiente de nuestra llegada, fuimos a
hacer las compras de navidad. Creo que SeungHyun compró algunos, y Ori lo
acompañó (estos dos se me hacían cada vez más sospechosos. No me extrañaría que
me salgan con una de las mías… solo que, a deferencia de ellos que solo tienen ojos el uno para el
otro, yo lo sospecho de antemano). Entre
tanto, yo hacía fila en una pastelería abarrotada de gente, ¿en compañía de
quién? Así es, de mi… nuevo adorado tormento (el primer adorado tormento en mi
hermana. La quiero mucho, a veces tanto que la ahorcaría). Mientras
esperábamos, él exploraba el lugar con la vista, aparentemente buscando un tema
de conversación, hasta que halló lo peor que pudo haber encontrado: un pastel
de bodas.
EunPyo: –indicando en esa dirección– Mira,
Ingrid. ¿No es bonito?
Yo: –si me parecía lindo, pero no iba a admitir
porque pensaría que me gustan las bodas y etc. – Y se ve delicioso… Pero
vinimos a comprar una de navidad.
EunPyo: Yo… una vez me puse a mirar estas
tortas…
Yo: –sorprendida– ¿Alguna vez pensaste en
casarte?
EunPyo: Estaba tan enamorado, hasta me
comprometí… Pero no funcionó. Por supuesto, no quería casarme de inmediato,
sino después de algunos años.
Yo: Entiendo… –le hice un gesto de pulgar
arriba– Valiente decisión. Admiro a quienes quieren casarse todavía, yo no
lo haría.
EunPyo: ¿Nunca pensaste en casarte?
Yo: Claro que no. Soy muy joven, solo tengo
veintidós.
EunPyo: ¿Ni siquiera como una idea lejana?
¿Nunca quisiste tanto a alguien como para comprometerte de por…?
Yo: –dándome cuenta de sus intenciones– Ya te
dije que no. Amo la libertad más que a cualquier otra cosa. Que te guste la
idea de casarte no implica que los demás debamos pensar así, ¿sabes?
EunPyo: –se encogió de hombros– Lo siento… no
quería ser tan molesto.
Ah, tonta bondad mía, verlo así me dio un poco
de pena. Sentí que había sido demasiado dura con él, así que quise suavizar lo
que había dicho con tanta severidad.
Yo: bueno… a decir verdad, una vez salí con
un chico que quería casarse desesperadamente. Recuerdo que en una ocasión
estábamos haciendo una caminata con un amigo mío y él y… se puso a mirar
muñecos de torta y me comentó que uno le gustó. Mi amigo preguntó “¿Ingrid,
escuchaste eso?”, él dijo “mira nada más el bombón con el que salgo, claro que
ya pienso en la boda” y yo le contesté que podía seguir soñando.
EunPyo: –entusiasmado– ¿Entonces no te molesta
salir con alguien que si quiere casarse?
Yo: No –de inmediato me di cuenta de mi
indiscreción y quise corregirme –, porque eso no me haría cambiar de
opinión. Tengo la impresión de que… esa persona solo quiere casarse, no importa
con quien.
Creo que esa fue una buena resolución. No
seguimos hablando porque ya era nuestro turno.
Después de esta tranquilidad en un hogar
estable, comencé a concentrarme en mi trabajo… mi nuevo trabajo, debo aclarar.
Estaba tan contenta porque me llamaron, pero a la vez tan nerviosa no solo
porque esa vez tuve que pedirle a EunPyo que me llevara, sino por la entrevista…
esa fue una buena excusa para no hablar demasiado y para que él me acompañara
silenciosamente.
Como ustedes bien saben, llego navidad. La noche
antes me pude a tejer unos regalitos, no por tacaña, sino porque... las tiendas
estaban atestadas, pero nadie compraba lana. Todos querían productos hechos y preferían
luchar en la multitud. Yo hice mis propios regalos y regrese a casa sana y a
salvo. Es muy bueno para mí que aquí navidad sea en invierno, pesar en los obsequios
es más fácil que en mi país porque... allá es verano. Además, después del
almuerzo y una cómoda siesta, decidí salir por más ponche navideño y EunPyo
quiso acompañarme. Yo supuse que él había tomado mi bebida a propósito para
tener una excusa y poder ir conmigo al supermercado, pero me invente un dolor
de cabeza y lo deje ir solo. La jaqueca es lo más básico que se me pudo
ocurrir, claramente se me estaban agotando las ideas. Me quedaban dos opciones:
Asumir o... mentir de la forma más rotunda y cruel, decirle que me desagradaba
o que lo detestaba, pero eso rompería mi idea de los hermanitos felices.
Mágicamente logré extender esta duda hasta una
semana, sin que se me puedan ocurrir más excusas. Después de recibir el autógrafo
de YongHwa, tuve que enfrenar los celos de EunPyo... y tomar una decisión
definitiva. Mentir o asumir. Él estaba afuera en el balcón, bajo el tremendo
frío de ese día. Teníamos que ir con Oriana a cambiar la aspiradora, pero… lo
espié desde la ventana y me pareció que estaba tramando algo, o tal vez esa era
su forma (rara, rara) de quejarse solo por la cuestión del autógrafo. Sea como
sea, aproveché que nadie estaba viendo para salir y pedirle que entre. “Estoy
bien aquí”, me dijo, “me gustan los lugares tranquilos para poder pensar”.
Yo: Se
piensa mejor con la cabeza fría es solo un decir. Entra de una vez o vas a
enfermarte.
EunPyo: –pensativo– Ingrid… ¿Por qué te gusta YongHwa?
Yo: No lo
conozco. Escuche su música y me gusta su estilo. Es todo.
EunPyo: Pero
hay algo más, sino no hubieses llegado con una radiante sonrisa luego de
recibir un autógrafo. Creo que lo estás minimizando.
Yo: El día
en que me importe tu opinión voy a pedírtela. –Lo agarré del brazo para
arrastrarlo hacia adentro– Vamos, porque
no quiero tolerar a un enfermo.
EunPyo: –se suelta bruscamente– ¿Por qué tienes que decir cosas tan crueles?
Al principio pensé que solo eras fría, ahora creo que eres sádica.
Yo: –ya era difícil disimular que esas palabras
me resultaron hirientes, pero eso era lo que yo había sembrado, estaba a punto
de lograr lo que tanto ambicioné… ¿pero a qué precio?– Nunca fui diferente ni cambie, nunca fui cálida, así que no sé qué es
lo que te sorprende.
EunPyo: Pero
yo sé que si eres simpática y agradable, y eso fue lo que me gustó de ti, pero últimamente...
Yo: Un
momento… ¿Qué dijiste?
Creo que él hubiese querido tragarse esas palabras,
porque de inmediato comenzó a excusarse atropelladamente, diciendo que no recordaba
lo que había dicho, que se le congeló la cabeza, que era mejor regresar adentro
pero yo quería que lo repitiera. Estaba decidida a escucharlo de nuevo porque
esa frase, ese “y eso fue lo que me gustó
de vos” confirmaba todo lo que yo había pensado hasta ahora. Así que finalmente
cedió y comenzó a hablar esperando que con ello yo le permitiera irse.
EunPyo: Tú me gustas, es lo que dije. No sé
porque insistes en que lo repita si no te importa.
Yo: Si me
importa… –Asumir o mentir… no estaríamos en esta instancia si yo hubiese elegido
engañarlo. Fue cuando él me llamó cruel y sádica el momento en que me di cuenta
de… cuanto me afectaba. Era hora de mandar el pal al diablo. Ya no tenía fuerza
emocional para resistirme a mis propios sentimientos – Me importa porque… yo siento lo mismo.
Eunpyo: –creo
que no sabía si estar feliz o extrañado–
Entonces… ¿Por qué?
Yo: Pensé
que sería muy egoísta de mi parte tener un romance y luego irme, así que… por
eso te trataba tan fríamente. Pero… que me hayas llamado cruel, no puedo
soportarlo.
EunPyo:
Estabas siendo más cruel contigo misma que conmigo. –Se me acerca– Yo quiero estar contigo, pero no como un
hermano… y no podrás hacer algo para
convencerme. Ahora que sé lo que sentís…
Yo: No lo
hagamos difícil.
EunPyo: ¿Por
qué no quieres intentarlo, al menos? – Piensa rápidamente – Ya sé. ¿Recuerdas
que dijimos que iríamos a ver la película de Itaewon en una sala? Pues…
mandemos a Oriana y mi Hyung solos y salgamos en una cita. Si después de eso no
estas convencida, entonces me daré por vencido y me conformaré con cómo estamos
hasta ahora.
La idea de desquitarme un poco (mas) con Oriana por
los problemas habidos y por haber (si hubiera predicho lo del programa, hubiese
hecho algo peor) añadió un plus de atractivo a la propuesta (aunque podre
SeungHyun), así que acepte. Al menos durante una tarde, podría dejar de simular
y actuar con toda naturalidad.
Ese sábado, mientras nuestros hermanitos se
incomodaban (eso creo) solos en la sala, nosotros tuvimos nuestra cita… en un parque
de diversiones (toma esto, Oriana –es como una alta traición). No recuerdo el
nombre, solo se que me divertí muchísimo, como hace bastante tiempo no lo
hacía. Fuimos a la casa del terror y EunPyo se la pasó atrás mío todo el
tiempo. Cuando salimos de allí, al final decía que no daba tanto miedo. Yo solo
podía reírme de él y parodiar sus caras de susto. Luego pasamos a la montaña
rusa que casi me hace vomitar, a los autos chocones hasta que tuvimos hambre y
nos aliviamos con unos deliciosos hot dogs. Luego de La vuelta al mundo y las tazas
locas, nos pareció que era un poco tarde, así que emprendimos el camino de
regreso, comentando innecesariamente como estuvo el paseo, ya que ni de chiste
podríamos contarlo a los demás. Ese era nuestro secreto.
El sendero a casa estaba muy solitario en un
tramo, y fue entonces que él aprovechó para sacar sus conclusiones.
EunPyo: –de pronto me rodea los hombros con un
brazo mientras caminamos– ¿Ves? Podemos salir
en citas y divertirnos en vez de sufrir solos.
Yo: Es
cierto. Pero… ¿qué va a pasar después? ¿Te has puesto a pensar en eso? Si
ganamos el concurso mañana, será cuestión de días para que estemos regresando a
Argentina.
EunPyo: Lo
sé, y no voy a arrepentirme. Así tengamos una relación de un día, no voy a
arrepentirme. Porque habrá sido un día maravilloso y no uno desperdiciado.
Yo: Bueno…
–reflexioné un poco sobre esa idea, y me di cuenta de que tenía razón. Al
diablo la prudencia– No es muy seguro que
podamos ganar ese concurso.
EunPyo, luego de escucharme, se sintió tan
emocionado que no lo dudo y me dio un beso sorpresivo… bien parecido a los de
los doramas. Es decir, un poco soso para mí gusto. Sinceramente, yo me lo había
imaginado mejor, así que cuando vio mi expresión de ¿Que fue eso?, creyó que… había sido muy osado y se disculpó.
Yo: No es eso. Solo que yo me lo imaginé… como
decirlo… mejor –él me miraba sumamente extrañado–. Pero no te preocupes, me ha
pasado antes. Solo cierra los ojos.
Él no entendía que pasaba, pero de todas formas
me hizo caso, así que yo le rodee el cuello con una mano, y la otra la apoyé
sobre su hombro para conseguir que se agache un poco (¿quién no es más alto que
yo?). Ese segundo beso sí fue fantástico, y gracias a mí. Me considero una
persona que besa muy bien, y estoy segura que desde entonces, EunPyo está de acuerdo
conmigo. No era de extrañar que apenas terminó, ya me pidiera un tercer beso.
Cuando llegamos a casa, los dos nos sentíamos contentos
y entusiasmados. Una parte de mí sabía que los recuerdos felices podían
volverse los más dolorosos, pero sufrir era parte del futuro y yo había
decidido pensar en el presente, en el aquí y ahora.
Pero bien, EunPyo y yo habíamos resuelto que el
día después del concurso, si no ganábamos, les contaríamos a SeungHyun y Oriana
sobre nuestra incipiente relación, y no nos importaba si ellos se oponían, aunque
esperábamos que no lo hagan, porque eran nuestras vidas y queríamos que los dos
lo vean de esa forma y lo entiendan. Sin embargo… lo que hizo Oriana fue… el colmo.
Sé que yo también estaba haciendo lo que me daba la gana, pero no perjudicaba a
nadie más que a mí. Ella mando al demonio todos nuestros esfuerzos. Eso destrozó
la poca paciencia que tenía, ya no había más de donde sacar. Y al final lo
dije.
“EunPyo… y yo… estamos saliendo.” Ya entramos en
esa instancia. No sé cómo reaccionara ella, ni SeungHyun (hay que compensarlo
por llevarse tantas de arriba, no lo merece mi pobre y buen amigo). Si quieren
saberlo, tendrán que seguir la historia.
Yo me despido.
Hola!!!! Me encantó sis como lo escribiste. Sinceramente Oriana no sé si quiera atención (la pobre realmente tiene un imán para los problemas) Eso de ocultarle las cosas, es cierto y lo admito porque hasta yo soy así (trato de no traumarte y listo).
ResponderBorrarLa parte del beso fue gracioso jajajaj más porque sabía que Ingrid reaccionaría así :). Eun Pyo es un genio totaaal.....
La letra de la canción pega muy bien.
Saludos!!!!!
A veces yo creo que a Ori si le gusta llamar la atención, jep. Y yo también oculto coasa, XDDD
BorrarCreo que te había contado como sería esa parte :3, y me alegra que te haya gustado el cap. Hice llo mejor que pude.
Gracias por el comentario!!!!
No le gusta y no es su intención, ya sabrás porque. Ella solo llama la atención de Ingrid por que ella la quiere. :)
BorrarAmo a oppa gd es el mejor bigbang igual
ResponderBorrarque linda historia la voy a seguir unnie me rei mucho
Había sido que desde el principio le gustaba EunPyo
ResponderBorrarse puede notar ahora el sufrimiento de Ingrid, la verdda que si, la cosa era seria.
Cuando uno pensaba que las conversaciones de Ori y Seung Hyun eran buenas aparecen estas, además me gustó mucho como fue pasando todo.
Aw que lindo, que linda cita tuvieron :3
Ok, quedó clarísimo lo bien que besa Ingrid y lo distinto que se besan en los doramas. Distintas costubres, EunPyo debería saber que Ingrid no es "tan" fria jiji.
Me gusto mucho.
*Luci