Anteriormente:
G-Dragon y T.O.P de BigBang, decidieron vivir la vida de personas comunes y
corrientes. En toda esta vivencia conocen a dos hermanas extranjeras y deciden
ayudarlas, una vez que se encuentran en apuros con su nuevo vecino, alojándolas
en un departamento que G-Dragon se anticipó en comprar y al parecer se siente atraído
por una de ellas… Sigan la historia… Ahora.
XVIII
- Ji Yong… ya pasó media hora. Entremos –
protestó SeungHyun, ya muy inquieto por el tiempo que llevaban esperando fuera
del departamento la salida de Oriana.
- Shhh… No me digas así. Llámame EunPyo, que
Ingrid regresará en cualquier momen… - ve que la muchacha como llamada por
su frase, abría la puerta del departamento y salía del mismo. – Hola Ingrid ¿Ya regresaste?
Ingrid: No… soy un fantasma – le resta
importancia - ¿Ya se convencieron de que
Ori tiene para rato? Le encanta hacerse la simpática con la gente. Entremos
para que termine de explicarles el juego. Tengo la sensación de que no
entendieron nada – los mira con seriedad – Ustedes están raros, raros – entra.
Como
para no levantar sospechas los dos muchachos estaban decididos a increpar a
Oriana después, pues, en tales circunstancias, con Ingrid sola y aburrida en el
departamento, ella era mucho más peligrosa. Y cuando habían abierto la puerta
escucharon que otra abertura dejaba salir gente… La pelirroja abandonaba un
departamento, seguida por el dueño del mismo, que la acompañaba hasta la
salida… Un perfecto extraño ¿Quién era este individuo? ¿De quién se trataba?
¡No lo conocían! ¡No se trataba del ladino de SeungRi! De todas formas, el
peligro no disminuía a cero.
SeungHyun:
- acercándose de repente, habla a la muchacha - ¿Te parecen estas horas de andar visitando a un hombre que vive solo?
Oriana:
- extrañada e indignada - ¿Pero qué te
pasa? No eres mi papá.
SeungHyun:
Esa es tu excusa para hacer lo que te da
la gana, pero conmigo no funciona.
Akihiro:
- adelantándose un poco.- Excuse me. Esto
es culpa mía. I’m sorry (lo siento) – a la muchacha – No sabía que tenias novio.
Oriana: - incrédula - What do you
say? (¿Qué dices?) Este tipo no…
SeungHyun: - interrumpe – No. Yo tengo buen gusto.
EunPyo: - entrometiéndose – Lo que quiso decir es que ella es nuestra
onni… imooto (hermana menor en japonés).
SeungHyun: Si, algo así.
Akihiro: Entiendo… Aunque ustedes no se parezcan en nada se nota que son muy
unidos.
Ingrid: - sale repentinamente del
departamento, e interrumpe la conversación. Tiene un celular que brilla y suena
en su mano - ¿EunPyo?... ¿Oppa, alguno de
ustedes tiene dos celulares?
EunPyo corre rápidamente hasta a
donde esta ella, le quita el celular muy educadamente y entra al departamento.
Por esta seguidilla de acciones tan veloces, SeungHyun se muestra inquieto y
decide seguir a su amigo, despidiéndose del nuevo vecino. Al igual que Oriana,
Ingrid estaba muy extrañada y se acerca a su hermana.
Ingrid: Será mejor entrar. No me gusta lo que sucedió. – Al muchacho – sumimasen (con permiso en japonés).
Oriana: - al vecino – Nos vemos mañana. Sayonara (adiós
japonés)
Akihiro: - breve reverencia – Oyasumi nasai (buenas noches de
despedida o antes de dormir, en japonés) – espera a que las dos entren antes de
ingresar a su departamento.
Las hermanas Correa cerraron la
puerta tras ellas una vez que estuvieron dentro del departamento. En la sala,
SeungHyun y EunPyo brillaban por su ausencia… Aparentemente, estaban encerrados
en el cuarto, en una misteriosa reunión secreta… ¡Tanto enigma movía sus
instintos detectivescos! Las dos ya estaban pensando en acercarse y escuchar a
escondidas esa conversación, lo más sigilosamente posible, pero no pudieron
hacerlo. Los muchachos salieron de allí con imborrables sonrisas en sus rostros
¿Ocurrió algo bueno? Como para no quedar en evidencia, ellas cambiaron su rumbo
hacia el cuarto que compartían.
EunPyo: - a las extranjeras – Chicas ¿no vamos a jugar a las cartas?
Ingrid: - antes de que Oriana meta
la pata – Pensé que lo olvidaron. Vamos.
Muy contraria a la suerte que
siempre la seguía, Oriana gano una buena cantidad de manos y se quedo jugando
un rato más con SeungHyun, quien no se resignaba a perder contra una “cabeza
hueca”, pero solo conseguía bromas por parte de la pelirroja ante cada
victoria. Un gran error en este juego es especular demasiado. Mientras tanto,
EunPyo e Ingrid se las arreglaron en la cena, unas tortillas rellenas y ramen.
Por fin, el hambre antes de su cansancio llamó a los jugadores y se sentaron a
la mesa. Después de comer se quedaron un rato charlando, sin obtener las latinas
algo de información sobre la misteriosa reunión secreta. El hecho de que
cambien obstinadamente de tema solo aumentaba las sospechas, aunque les restaron
importancia al día siguiente.
EunPyo creyó que era el primero en
despertar, peo cuando fue a la cocina, se encontró con que Ingrid estaba allí,
preparándose un café con leche. Estaba bien vestida, seguramente saldría en
cualquier momento, se había peinado y hasta maquillado levemente. Quiso
saludarla, pero ella iba de un lado a otro buscando una cosa y otra. Tuvo que
pararse cerca de ella para llamar su atención.
EunPyo: Annyong.
Ingrid: - apresuradamente – Annyong ¿Dónde está el azúcar?
EunPyo: - como haciendo memoria,
abre una puerta de la alacena – Aquí
– baja el azúcar y se la extiende. Mientras ella endulza su café, le dice – Veo que estás por salir… ¿Te llamaron de
alguno de los lugares a los que fuimos?
Ingrid: - apuntándolo con la
cuchara- Si – sigue endulzando el
café – Así que debo ir moderadamente
presentable.
EunPyo: Pero si estás muy linda.
Ingrid: la idea es causar otra buena impresión.
EunPyo: - piensa – “Otra vez ignoró mis halagos… Solo espero
que la hayan llamado del local frente a la cafetería. No quisiera que YongHwa
le rompa el corazón… o peor que eso, se fije en ella.." – y luego habla a
Ingrid – Y ¿solo vas a tomar un café?
Ingrid: Estoy un poco nerviosa, así que… si como algo más voy a sentirme mal.
¿Quieres un café?
EunPyo: - entusiasmado – Si, gracias. ¿Pero no estás apurada?
Ingrid: Ya que estas despierto, podrías llevarme, ¿o no?
EunPyo: - más entusiasmado – Claro que sí. Yo también saldré, así que no
hay problema.
Para EunPyo resultaba bastante equitativo
un café preparado especialmente para él (o con eso se consolaba) a cambio de
llevarla, cosa que también tendría algún beneficio si esa mañana Ingrid no
estuviese tan reticente al dialogo. No es que estuvo callada todo el camino,
pero solo contestaba con frases cortas y concisas. Por eso él tampoco habló
demasiado, se la pasó preguntándose en qué estaba pensando ella, tan nerviosa
se sentía que prefería no conversar, porque, hasta para regañarlo un poco, ella
era bastante parlanchina.
Cuando llegaron a la cafetería,
EunPyo estacionó justo en frente, dejó allí a Ingrid, deseándole mucha suerte
y avanzó con el automóvil lentamente, espiando por el
retrovisor que hacía ella, viendo que... ¡cruzó la calle! Recibió una
llamada del local de enfrente. Satisfecho por esa visión, que concordaba con
sus deseos (hasta ahora, eso se le venía dando muy bien), aceleró. Pensaba en qué
clase de regalo podría comprar para la morocha y para Oriana, algo bonito que
lo haga quedar bien con ambas, especialmente ante una de ellas... ¿podría
superar el detalle de SeungHyun, ese cárdigan que compró solo para Ingrid?
Aunque... más que superarlo, a su mente llegaba otra idea, una que lo divertía
bastante y que pensaba ejecutar de inmediato.
En tanto
él realizaba sus compras para navidad, Ingrid resolvió su asunto y llegó hasta
el Hotel para su último medio turno, pues presentaría su renuncia ese mismo día.
Ya tenía un nuevo trabajo y, como lo sospechaba, con mejor paga. Lamentaba
dejar sola a Oriana, pero le interesaba más obtener todo el dinero posible para
regresar a la Argentina. En cada pequeño descanso, se dedicaba a avanzar un
poco más en la redacción de su dimisión, traduciendo el texto que previamente escribió
en español. Afortunadamente, el celular que recibió tenía un procesador de
texto.
Mientras escribía
su dimisión escuchaba a sus compañeros de trabajo, alrededor de Oriana, impresionándose
del relato de su heroica pelea... en cuya versión SeungHyun brillaba por su
ausencia, tal como todos los que quisieron ayudarla (escuetamente, por
supuesto, pero intentaron al fin), era ella sola contra unos bandidos
detestables y malvados. Estaban asombrados con su anécdota, parecida a una película
de acción, en la cual no reparaba en gastar todos los ademanes. Hasta que
Ingrid rompió su burbuja de orgullo (como siempre), diciendo para todos: "Olvidaste contarles cuando SeungHyun te
salvó"
Oriana: No es tan así. Yo me las hubiese arreglado
si él no aparecía.
Ingrid: No te hagas, aish. Si no hubiese ayudado, estarías
en el hospital.
Oriana: ¿Por qué te metes a decir esas cosas? El apareció
cinco segundos antes de que termine la pelea.
Ingrid: -
en español - Lo hago para que dejes de
presumir.
Oriana: Si, claro. Si quiero contar mi pelea, me interrumpís.
Si quiero dejar la academia, te opones...
Ingrid: Deja la academia, no me voy a oponer. Podes
hacerlo hoy mismo...
Oriana: ¿Para qué? Si después te vas a enojar.
Ingrid: No. Si querés dejar la academia, hacelo. Yo
voy a dejar el trabajo - antes de que Oriana conteste - me contrataron en calle Rodeo de Apgujeong,
con un mejor salario.
Oriana: -
sorprendida pero no demasiado - ¿En serio?
Bueno, me alegro ¿en la cafetería o en la hamburguesería?
Compañero:
- nervioso - ¿Chicas, que sucede?
Oriana: Nada, solo que Ingrid va a dejar el
trabajo.
Algunos compañeros
se acercan a Ingrid, inquietos y extrañados, como si quisieran alguna explicación,
pero ella se limitaba a decir que no volvería después de navidad y que ya había
hablado con el encargado. Solo era una formalidad presentar la dimisión, de
palabra estaba todo acordado. También les aseguró que seguramente extrañaría la
simpatía y la amabilidad que todos tuvieron para con ella. Allí sabían
que tarde o temprano tendrían que despedirse tanto de la morocha como de su hermana, así que terminaron aceptándolo y deseándole buena suerte.
La muchacha de cabello rojo, luego
de cumplir su horario laboral, se dirigió hacia el negocio de instrumentos
musicales que administraba SeungHyun, lugar que le resulto por demás complicado de encontrar.
Oriana: - entra al local y, cuando un
joven que atiende ahí se le acerca, ella habla – Annyeong-haseyo (saludo formal). ¿Se encuentra SeungHyun ssi?
Empleado: - extrañado - ¿SeungHyun?
Oriana: Si. Kim SeungHyun.
Empleado – queda pensando un
momento, luego reacciona – Aah Kim
SeungHyun. Él no está en este momento.
Oriana: Mmm – mira a su alrededor, notando el ambiente tranquilo – Lo esperaré aquí.
Empleado: - se dirige con prisa al
mostrador y busca una tarjeta en el cajón. Al encontrarla, hace una llamada.
Luego vuelve hacia la extranjera. – Va a
tener que esperar – le acerca una silla y le ofrece amablemente – Por favor, siéntese.
Mientras éste atendía a los
clientes, la joven observaba los instrumentos y fijó su atención en una
guitarra en particular. Pero, al acercarse y ver de cerca el precio que
figuraba en la etiqueta, se dio cuenta que era muy costosa como para comprarla,
aunque sea por cuotas, o alquilarla.
A medida que los minutos pasaban, la
pelirroja observaba la hora, revisaba las cosas dentro de su mochila, se fijaba
en el movimiento del local. Habían pasado más de treinta minutos cuando el
muchacho alto, de lentes cuadrados y voz intimidante entró y saludó. La latina, al escucharlo, se puso de pie.
SeungHyun: - una vez parado frente
de ella - ¿Qué haces aquí?
Oriana: - le extiende un tupper que
sacó de su mochila – Te traje esto.
SeungHyun: - sorprendido - ¿Qué? ¿Me hiciste de comer?
Oriana: - haciendo puchero - ¿Cómo crees? Son las sobras del restaurant.
SeungHyun: - mientras abre el tupper
– Ni creas que voy a comer… - mira
que la comida tiene buena presentación. Confundido – Bueno… ¿Qué quieres?
Oriana: Si me prestás una guitarra, te traeré siempre comida al trabajo.
SeungHyun: Pero si tu trabajo queda al otro lado… - se le ocurre una idea - ¿Realmente quieres una guitarra? – la
muchacha asiente – Ok, entonces canta.
Demuéstrame que tienes talento.
Oriana: ¿Eh? ¿Aquí? – Avergonzada – No
puedo.
SeungHyun: Está bien. Entonces vete.
Oriana le agarra del brazo y lo
lleva hacia afuera del local.
SeungHyun: ¿Qué haces?
Oriana: Vamos – le vuelve a agarrar de brazo, pero éste se suelta.
SeungHyun: - más calmado – El auto está por allá.
Una vez que los dos subieron al
automóvil y comenzaron a marchar, el muchacho de lentes preguntó a la joven
extranjera ¿Dónde quería ir? A lo que ella respondió: Al mar.
SeungHyun: Allí hace mucho frío.
Oriana: Hagamos una apuesta. Si canto bien, me prestarás una guitarra y… si lo
hago mal, me tirarás al mar.
SeungHyun: ¿Qué? – frena de golpe por el semáforo en rojo.
Oriana: Ouch. ¿Quieres matarme?
SeungHyun: Ponte el cinturón – mirando fijamente el semáforo - ¿Por qué quieres que te tire al mar? ¿Quién
piensas que soy?
Oriana: Seguro lo disfrutarás – le extiende la mano - ¿Trato?
El joven coreano arranca sin decir
una palaba. Al llegar al lugar, la cocinera comenzó a recorrerlo muy animadamente, subiendo luego a las rocas con mucha prisa, seguida por SeungHyun.
SeungHyun: - regañando a la
pelirroja – Ten cuidado. Mira si te resbalas
y caes. Este lugar es peligroso.
Oriana: - ignora a SeungHyun, lanza
un suspiro. Mirando fijamente el mar - ¿Te
parece melancólico el mar?
SeungHyun: ¿Qué? ¿El mar? No lo sé. Nunca me lo pregunte ¿A ti… te parece
melancólico?
Oriana: - niega con la cabeza – Es ideal para pensar. Es tranquilidad, paz.
SeungHyun: Y es frio – cruzando los brazos.
Oriana: - revisa su mochila y saca
una pequeña botella, se la extiende al muchacho – Toma. Con esto se te pasa el frío.
SeungHyun: - dudando, agarra y bebe un sorbo,
siente un mal sabor – Ajjh es un licor
barato. Además, seguro que tú bebiste de aquí también.
Oriana: Claro que… ¿Y si lo hice qué?
SeungHyun: - horrorizado – Aaagh ¿Por qué te empeñas en…? –
Pensando – “Ajam. Le gusto”.
Oriana: No tiene nada de malo. Anoche lo hice con tu bebida cuando no te diste
cuenta y… ¿Acaso te pasó algo? ¿Estás bajo un hechizo? Pues yo no lo noto. –
SeungHyun se cubre la boca, ella – Devuélveme
mi petaca – la quita la botellita y bebe un sorbo – Aigo!!
SeungHyun: Pareces una alcohólica llevando eso contigo.
Oriana: Pero si mis compañeros de trabajo me dijeron que es muy común llevar
uno por el frío.
SeungHyun: Se estaban burlando. No es común, es de alcohólico.
Oriana: - toma otro trago y guarda
la petaca – Pero igual se me pasa el
frío. – se pone de pie – Ahora sí.
Ya había
llegado la noche, y tres de los muchachos (Ingrid, SeungHyun y EunPyo) estaban
en casa. Oriana, quien ya debería estar allí, brillaba por su ausencia. ¿Y el
pavo de navidad? Ella prometió hacer la cena. EunPyo ya tenía el pastel en la
heladera, y contaban con las galletas que la pelirroja había dejado preparadas.
La menor de las hermanas llegó con una bolsa extraña y se encerró en la habitación,
sin dejar entrar a alguien. Ni un sonido se escuchaba, así que no había chance
de curiosear.
Alrededor
de las nueve, la encargada del pavo recién atravesaba el umbral de entrada con
un humor estupendo. ¿Estuvo con el vecino otra vez y olvido la cena prometida o… Él fue su feliz navidad?
SeungHyun:
¿Y el pavo?
EunPyo: ¿Y la cena?
Oriana: -
ignorándolos - ¿Qué? ¿Dónde está Ingrid?
SeungHyun:
No cambies de tema. Parece que dejaremos
el pavo para mañana.
Oriana: Mañana es navidad ¿no? Almorcemos mañana.
EunPyo: Llegaste un poco tarde… ¿Fuiste a ver al
vecino Akihiro?
Oriana: ¿Por qué siempre me interrogan? Sí fui a
saludarlo – los mira inocentemente.- Papá,
Mamá ¿Están contentos?
SeungHyun:
No necesitas ser tan descortés. Así no conseguirás
marido – se va al cuarto.-
Oriana: -
a SeungHyun, en voz alta – En Argentina
soy muy popular – para sí, en español – No
tengo ni perro que me ladre.
EunPyo: No le hagas caso. Báñate así comemos la
torta de Navidad.
Oriana: ¿Es necesario? Hace mucho frío.
EunPyo: Ingrid dice que te echará de la habitación si
no lo haces.
Oriana: Aiiishh. Que pesada. – va al cuarto y se
encuentra allí a su hermana, convertida en una araña tejedora, en plena fabricación
de un gorro.- Que tacaña.
Ingrid: Que sucia. – aparta el tejido – Andá a bañarte.
Oriana: Que mandona – busca su ropa en el
armario – A eso vine ¿Qué creías?
La
pelirroja no demoró en la ducha, pues las ganas de probar aquella deliciosa
torta la estaban dominando. Cuando salió, vio que Ingrid ya había calentado la
leche y las barritas de chocolate estaban listas para el submarino que acompañó
el pastel. Después de la comida y la conversación, los cuatro fueron a sus
habitaciones, regresando de a poco para dejar bajo el árbol sus regalitos para
el día siguiente.
Despertaron
un poco tarde ese 25, así que tomaron un desayuno liviano de café para tres y
una taza de leche caliente para Oriana, preparados por Ingrid (a esta chica le gusta preparar café)
con las galletas que la cocinera dejó preparadas el día anterior. Casi de inmediato, la
pelirroja evacuo la cocina para preparar el pavo, pero con ella solo se quedó
su hermana, compartiendo con ella ese... cuenco con algo parecido al té al que
poco a poco agregaban agua, y que rápidamente bebían con una bombilla... Cuando
acabaron el contenido de la pava, mientras hablaban en español (algo que, a los
ojos de los muchachos, sumaba rareza a lo que hacían con el cuenco, llamado
mate), el pavo ya estaba listo para ser llevado al horno. La latina de cabello colorado lavó bien
sus manos y se sentó en el sofá junto a la morocha protagonista para ver los
especiales de navidad que emitían por televisión, tiernos, movidos, alegres, melancólicos.
Ese tipo de música sonaba en cada segmento.
Seunghyun:
-después de un buen tiempo- Siento... -olfatea un poco- que el pavo está listo.
EunPyo:
-alarmado- No hicimos ensalada.
Ingrid:
-le indica con un ademan que se tranquilice- Pusimos verduras al horno, así que
hay compañía.
Efectivamente
como dijo SeungHyun, el pavo estaba listo y apetitoso. Solo dejaron que se enfríe
un rato antes de cortarlo y servir. EunPyo lucia muy raro intentando manejar el
cuchillo eléctrico que, según él, tenía desde hace mucho tiempo (si, guardado
¬¬), así que su Hyung se lo quitó para cortar él mismo. Después de que cada uno
tuvo su porción de pavo y verduras (con una pinta fabulosa), el alto muchacho
de lentes descorchó una soberbia botella de vino, sirviendo luego una copa para
él y otra para su dongsaeng.
Oriana:
-agarra la botella- Yo quiero.
SeungHyun:
-se la quita antes de que pueda servirse- No.
Oriana: ¿Por qué? Ya no estoy tomando medicamentos.
Seguramente tienes tan mal gusto que tienes miedo de te critique.
SeungHyun:
-provocado por el comentario, agarra la copa de Oriana y le sirve vino - Yo tengo muy buen gusto. Veremos si tu
paladar comprende qué es eso.
Oriana: Yo soy
cocinera, sé lo que es -cuando agarra la copa, comienza a mirar el liquido
morado dentro de la misma, y lo menea un poco - Wow, que buen cuerpo -lo huele- Muy
aromático. -lo prueba- En cuanto a
vinos, buen gusto. Pero no hay como un Malbec argentino.
SeungHyun:
-ríe levemente y sonríe de costado- Este
es un vino importado de Italia.
Ingrid: -sirviéndose
su ponche de navidad- Charla de borrachos.
-ve que el contenido de la botella apenas alcanza para otra copa -Pero... ¿Quien tomó mi ponche?
EunPyo:
Ah, lo siento. Yo lo quería probar después
de la torta. Es muy rico. Si quieres, podemos comprar mas esta tarde.
Ingrid: -
sin prestarle demasiada atención- Sí,
puede ser.
Continuaron
conversando durante la comida y el postre, que consistía en lo que quedó de la torta.
Las muchachas comentaron como se celebraba la navidad en Argentina, con la gran
y suculenta cena, los juegos artificiales de las doce, entrega de regalos en el
mismo momento, y cómo generalmente quedaba más comida por varios días. Por la
mañana, más que especiales de música, había muchas películas, no todas con tema
religioso. Esas abundaban en las pascuas. Ellos solo pudieron decirles sobre el
problema con la frontera (para más info, ver). Apenas se dieron cuenta, la
comida había terminado, así que pasaron a los regalos.
EunPyo:
-llega antes hasta el árbol y comienza a repartir paquete por paquete- Este es…
-lee la tarjeta- De mi parte para Oriana. Y otro más para Ingrid- les extiende
los dos regalos y recoge otros dos – De mi hyung para Ingrid… y para Oriana.
SeungHyun:
-sorprendido- ¿Qué?
EunPyo: Son tus regalos, Hyung. –Le entrega un
paquete- Este es de mi parte para ti.
SeugnHyun:
-todavía no entiende la aparición de ese regalo que él no compró, pero sospecha
quien lo hizo a su nombre… - Gracias.
Ingrid:
-contando los paquetes- Ori, ¿y tus
regalos?
Oriana: Yo hice la comida.
EunPyo: Y estos… -recoge los últimos tres- Son para mi Hyung, para mí y para Oriana.
–los entrega.
Ingrid: Yo los hice, espero que les gusten.
Los tres
sacaron de los paquetes dos bonitos gorros tejidos y un par de guantes, suaves
y cómodos. Seguramente, cuando se encerró en la habitación, Ingrid comenzó a
tejer los regalos. Lo hizo bastante rápido, sin lugar a dudas.
EunPyo:
-ya probándose su gorro- Que lindos… Y
están hechos con amor, que es lo importante.
Ingrid: Están hechos con lana. Y una pizca de
espíritu navideño.
SeungHyun:
-probando su gorro- Realmente muy cómodo.
Oriana:
-poniéndose los guantes- Toda una araña
tejedora.
Ingrid: Y vos sos araña pollito. –replica en
español.
Oriana: No lo dije para pelear. Es la verdad.
Ingrid: Lo que yo dije también es verdad
EunPyo: No se peleen, es navidad. Mejor abramos los
demás regalos.
De parte
de EunPyo, las muchachas recibieron unas simpáticas fundas para celular que a
ambas encantaron. En cuanto al misterioso regalo “de SeungHyun” para Oriana, se
trataba de un par de medias de gato. Le parecieron tan lindas y simpáticas que
tuvo que recordarse lo antipático que le resultaba el muchacho de lentes para
no abrazarlo. Por el contrario, si estrechó entre sus brazos al joven de la
simpática sonrisa, agradeciéndole por la bonita funda. Luego regresó hasta el
árbol para abrir el último regalo que allí quedaba. ¿Y para quién sería tal
obsequio? Mientras ella lo desenvolvía, los demás hacían sus especulaciones. “Esto es para Leki”, anunció la cocinera
con una sonrisa de oreja a oreja.
Regalo de EunPyo para Oriana
Regalo para Ingrid
Regalo de Ori para Leki
Regalo de Ingrid para Oriana
Gorro para SeungHyun
Gorro para EunPyo
Las medias para Ori son como las de este video.
Ingrid: -
bajo, para sí misma- Luego la tacaña soy
yo… -alto, a los demás- Estaría bien
dormirnos una buena siesta, ¿verdad?
EunPyo: Es cierto. Comimos mucho mañana se nos viene otro día de trabajo.
Los
cuatro se retiran a descansar durante al menos dos horas, luego de las cuales,
la menor de las hermanas cambia de ropas y se dispone a comprar en el
supermercado el ponche que se agotó en el almuerzo. Cuando llega a la sala, ve
que justamente EunPyo estaba colocándose los zapatos para salir también, y al
preguntarle si lo haría, él respondió que tenía algo que hacer. Sin pensar en
coincidencias, Ingrid decide bajar con en el mismo ascensor y seguir el mismo
camino, pensando que solo duraría hasta la puerta de salida, pero una vez que
ella cambió la dirección hacia la derecha, él hizo lo mismo… Si bien le
resultaba raro, pensó que era una coincidencia.
Ingrid:
-una vez que los dos esperan para cruzar la calle- ¿A dónde vas?
EunPyo: A comprar el ponche que se acabó. Tu
también, ¿no? Vamos juntos.
Ingrid: ¿Por qué no lo dijiste desde un principio? Yo
no tengo muchas ganas de salir y me duele la cabeza. ¿Puedes ir tú solo, verdad?
– da media vuelta e intenta regresar al edificio, pero él la detiene.
EunPyo: Pero… ya que salimos, podemos ir los dos.
Ingrid: Me duele la cabeza, no estoy apta para ser
compañía por ahora.
EunPyo:
-al ver el inminente mal humor de Ingrid, decide dejarla ir- Esta bien… Traeré otras cosas también.
Ella, apenas puede irse, comienza a caminar de regreso al edificio. EunPyo solo la
mira, sumamente extrañado, preguntándose por qué ella podía ser tan reticente
cuando estaba con él. ¿Había algún problema? ¿Tan desagradable le resultaba su
presencia? Indagando cosas similares, decidió ir al supermercado, sin notar
que apenas dio media vuelta, el par de ojos negros de la morocha lo observaban.
Ingrid:
-mira la espalda del muchacho mientras este se aleja, relajando su fingido
malhumor, - Dejame
en paz… Solo quiero regresar a Argentina.
CONTINUARÁ…
Esperamos
que hayan disfrutado tanto este capítulo como nosotras. Gracias por
acompañarnos n_n. En nuestro próximo capítulo, aparecerán los demás miembros de
BigBang para conocer a las protagonistas ¿quieren saber que pasará? Pues no se lo
pierdan.
Ahora les presentamos la nuevo vecinito, bajo la imagen del actor japonés Mizuta Kouki
Ahora les presentamos la nuevo vecinito, bajo la imagen del actor japonés Mizuta Kouki